Dayan Lagarda / MO
Desde los poblados del Valle del Mayo hasta el Valle del Yaqui es el recorrido de los fariseos de Santa María del Buaraje y Guadalupe De Juarez – Guayparin, en cuaresma y en cada lugar que visitan hay personas encargadas de brindarles comida, alojo, descanso y sobre todo una noche en vela que se convierte en un atractivo para las personas.
La llamada velación tiene un proceso en ciertos casos, pues al salir los fariseos del lugar donde comieron y descansaron por la tarde realizan una tradición llamada Jinanqui, palabra del vocablo mayo que significa encuentro y que a la vez es el nombre que se le da a un desfile que es parte imprescindible de su ceremonial religioso.
Durante esta ceremonia, danzantes pascolas se encuentran con los fariseos quien junto al dueño de la casa trasladan al santo hacia el lugar de la velación donde pasarán la noche realizando danzas, acompañados de los habitantes del poblado en donde se encuentren.
De la misma manera la persona encargada de la velación espera a recibirlos fuera de su casa, donde al llegar es vestida con una especie de turbante de la tradición mayo, cabe destacar que al igual que los fariseos estas personas mantienen una manda bajo una promesa, dado que desean agradecer a Cristo que les cumpliera o cumpla un milagro.
En realidad, es todo un espectáculo el poder ver esta gran tradición, donde se puede aprender de las costumbres religiosas de otras etnias del sur de Sonora, es por eso que cientos de personas se reúnen para acompañarlos, incluso durante toda la noche.