Mientras Roberto Gómez Fernández avanza con el desarrollo de Sin Querer Queriendo, la bioserie sobre su padre, Roberto Gómez Bolaños, para la plataforma Max, Florinda Meza idea una estrategia legal para impugnarla.
“La señora está valorando para ver si busca iniciar alguna clase de acción previo al estreno de esta producción o simplemente esperar a que sea lanzada y después ver qué decisión tomar. Pueden estrenarla si no se toma ninguna medida cautelar otorgada por autoridad judicial”, explicó el abogado. “Ello no significa que como consecuencia de ese estreno no pueda venir una contingencia posterior, derivados del uso y explotación no autorizado de los derechos de imagen, o bien, como consecuencia de un daño moral por la narrativa biográfica que ahí pueda ser utilizada”.
Pous explicó que los derechos de imagen y biográficos del creador y actor estelar de programas como El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado quedaron vacantes porque no se los heredó a nadie en específico. Se tendrían que regularizar antes de grabar, pero no se ha hecho.
La defensa de la intérprete de “Doña Florinda” y “La Chimoltrufia” no sólo pelea por la manera en que será presentado el comediante, sino también por su propia imagen.
“Ella siente incertidumbre por el tratamiento que se le piensa dar [a la bioserie] porque al haber hecho un producto tan mercantil, tan comercial, lo que se busca es generar morbo, no contar una historia”, explicó Pous.
El equipo legal de Meza afirmó que hace dos meses ella recibió un depósito en su cuenta personal de parte de Grupo Chespirito y también un correo donde le decían que el dinero era parte del pago por la autorización de los derechos de imagen de la bioserie, todo para simular que hubo un acuerdo.
Pous aseveró que como se han negado a darles datos bancarios para regresar el dinero, tendrán que consignar judicialmente el monto, el cual no especificó.
“[Florinda Meza] jamás ha puesto sobre la mesa ni mencionado la palabra dinero, esa no es su misión. Su misión es que se exploten los derechos de manera legal por parte de quienes pueden y cómo debe hacerse, y por otra parte que la narrativa biográfica de esta bioserie sea la correcta”, dijo Pous. “Puede sonar absurdo que hayan contratado al señor Édgar Vivar como asesor histórico para que cuente la historia y no a la señora Meza, quien convivió personal y profesionalmente en los últimos 40 años de vida del maestro Gómez Bolaños”.