Las primeras expediciones se centraban en tomar muestras y realizar experimentos cortos para medir la composición de la atmósfera. La agencia espacial planea ahora construir una base en la que permanecer durante más tiempo.
Los recursos naturales de la Luna jugarán un papel fundamental en la creación de esta pequeña ciudad, pero también el transporte. La NASA está trabajando en un proyecto de instalación de un ferrocarril en el satélite con el que unir diferentes puntos de la base lunar.
El proyecto es ambicioso, pero no recorrería demasiados kilómetros. La finalidad es unir los puntos donde se encuentran los recursos que podrían utilizar los humanos durante su estancia. El tren sería un medio de transporte interno más allá de las naves, no tiene un uso turístico.
El proyecto FLOAT es el más prometedor para construir una línea de tren en la Luna. La NASA lo ha incluido en su sección Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC) y recientemente ha pasado a la fase II de desarrollo, por lo que podría ser viable.
Los NIAC son un conjunto de proyectos desarrollados, financiados o en colaboración con la agencia espacial que premian la creación de tecnologías vanguardistas. Muy pocos estudios son seleccionados para participar debido a uno de los requisitos de entrada: tener potencial para cambiar el futuro de la carrera espacial.
El ferrocarril de la Luna tiene un grado de innovación alto con un sistema similar a los trenes de levitación magnética que se están diseñando en la Tierra. El vehículo se mueve sobre unas vías de grafito, material que gracias a su diamagnetismo repele los campos magnéticos.
El funcionamiento del ferrocarril es sencillo: el grafito repele a los imanes y aleja al tren de las vías. El rozamiento es mínimo debido a la levitación, por lo que es una de las tecnologías más eficientes para moverse por el satélite.