LA PAZ. Fuerzas Armadas de Bolivia irrumpieron la tarde de este martes el Palacio de Gobierno de Bolivia con el fin de realizar un golpe de Estado contra el presidente Luis Arce. El expresidente de Bolivia, Evo Morales, y el actual mandatario, Luis Arce, denunciaron la presencia de vehículos blindados y tropas militares en la Plaza Murillo de La Paz durante la tarde del miércoles.
“Se está gestando un golpe de Estado. En este momento, personal de las Fuerzas Armadas y tanquetas se despliegan en la Plaza Murillo”, declaró Morales a través de su cuenta en la red social X.
Morales también advirtió sobre una “reunión de emergencia en el Estado Mayor del Ejército en Miraflores con uniformes de combate” convocada para la tarde de este miércoles, sugiriendo que la situación podría escalar rápidamente. El presidente Luis Arce, a su vez, utilizó sus redes sociales para manifestar su preocupación.
“Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse”, afirmó, haciendo un llamado a la calma y al respeto por el orden democrático.
El Comandante General del Ejército, Juan José Zúñiga, amenazó con “tomar” la sede del Ejecutivo y declaró que habrá un nuevo gabinete y que “el país no puede seguir más así. Los militares estamos molestos con el Gobierno”.
Desde el martes circulan rumores sobre la probable destitución del oficial, en el cargo desde noviembre de 2022, a raíz de unas declaraciones contra Morales, otrora aliado de Arce y hoy su mayor adversario político. En una entrevista el lunes con un canal de televisión, el jefe del Ejército aseguró que detendría a Morales si insiste en postularse a la presidencia en los comicios de 2025, pese a que fue inhabilitado por la justicia electoral.
CONVOCAN AL PUEBLO A MOVILIZARSE
El presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce Catacora, convocó al pueblo boliviano a manifestarse en contra del intento de golpe de Estado por parte de una fracción del ejército del país andino.
“Estamos aquí firmes en Casa Grande para enfrentar todo intento golpista todo atento que atente contra la democracia. Necesitamos que el pueblo se movilice en favor de la democracia”.
Exhortó a que todos defiendan la democracia de Bolivia, y llamó a las organizaciones sociales a muestren el camino de la democracia al pueblo boliviano.
“No podemos permitir que una vez más intentonas golpistas se lleven vidas bolivianas”.
CONDENAN EL SUCESO
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, condenó enérgicamente lo que describe como un intento de golpe de Estado en Bolivia. En sus declaraciones, el mandatario mexicano expresó su completo apoyo y respaldo al presidente Luis Arce, a quien considera la “auténtica autoridad democrática” de Bolivia. López Obrador subrayó la importancia de la solidaridad entre los países y pueblos hermanos en defensa de la democracia y el respeto a la soberanía nacional.
“Manifestamos la más enérgica condena al intento de golpe de Estado en Bolivia. Nuestro total apoyo y respaldo al presidente Luis Alberto Arce Catacora, auténtica autoridad democrática de ese pueblo y país hermano”, escribió el mandatario mexicano.
Así mismo, la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que el levantamiento de algunas unidades de las Fuerzas Armadas de Bolivia es un atentado contra la democracia.
“El levantamiento de algunas unidades de las Fuerzas Armadas de Bolivia es un atentado contra la democracia. Condenamos enérgicamente estos hechos. Nuestro apoyo incondicional al presidente Luís Arce y a su pueblo. Nuestro respaldo al posicionamiento del gobierno de México”.
Por otro lado, varias organizaciones sociales han salido en defensa del gobierno actual, expresando su compromiso de vigilar y contrarrestar cualquier intento de desestabilización. Han enfatizado su determinación de defender la democracia boliviana y han acusado a la oposición de recurrir a tácticas desestabilizadoras como parte de una estrategia para forzar un cambio de gobierno.
Estos acontecimientos han generado una considerable respuesta tanto dentro de Bolivia como de observadores internacionales, destacando la fragilidad del clima político en el país y la intensa polarización entre el gobierno y la oposición.