Miguel Ángel Vega C.

Más quiero a mi perro, entre más conozco a los políticos

Esta frase, aunque con ciertos cambios, para adaptarla al tema que hoy vamos a tratar, es del escritor LORD BYRON y la acuñó para destacar el importante papel de las mascotas en nuestras vidas. Pero aquí la citamos para resaltar lo falsos y mentirosos que son la gran mayoría de los políticos, no todos aclarando, porque sí hay honrosas excepciones, muy escasas, pero sí hay. Pero algunos son tan hábiles para echar mentiras, que logran que millones se las crean, sobre todo la gente pobre y necesitada, y eso lo aprovechan para ganar terreno en la política, porque su habilidad es tanta que las mentiras, ante ese público especial que cree ciegamente en ellos, las convierten en verdades. Pero, también están los que un día dicen una cosa cobijados por un partido político, y mañana se brincan a otro partido y afirman totalmente lo contrario a lo que decían. Y tienen la suerte de encontrar un público “mojigato” que se los cree.  El caso más emblemático que tenemos actualmente es el del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que en su campaña prometió serenar el país en unos cuantos meses, pero su sexenio ya quedará en la historia como el más violento; prometió la gasolina a diez pesos, pero actualmente la estamos comprando a 25 pesos el litro o más; prometió también devolver a sus cuarteles a los militares, pero no solo no los devolvió, sino que los metió en más de 200 tareas que no les corresponden. Prometió lograr que el sistema de salud fuera igual o mejor que el de Dinamarca, pero tenemos una escasez de medicamentos criminal que nunca se había visto, provocando muertes y más muertes de quienes no hayan medicinas en las clínicas públicas. Y muchas otras mentiras que nos echó, pero su habilidad es tan grande que la parte más pobre, monetaria y mentalmente, de los mexicanos, no solo lo defienden a capa y espada, sino que lo ven como Dios. Pero el caso más reciente que nos ha dejado con la boca abierta y los ojos cuadrados de políticos falsos, es el del dirigente nacional del PRI, ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS “ALITO”, quien habiendo sido el presidente del PRI, que más gubernaturas, alcaldías y diputaciones ha perdido, es que encontró las palabras tan mágicas como falsas, para convencer a más de 3 mil delegados a la XXIV Asamblea Nacional, para que cambien los estatutos de ese partido, con el fin de que le permitan reelegirse en el cargo, si le da la gana hasta el 2032, cuando en realidad su trabajo al frente del PRI ha servido para sepultar a ese partido, que no en pocas ocasiones se ha vendido con Morena en el Congreso de la Unión para aprobar ciertas iniciativas que vienen ordenadas de palacio nacional para aprobarlas sin que se le muevan una coma, así como al señor le gusta. Donde por cierto y con sobrada razón, no se presentaron figuras priistas de alto nivel como BEATRIZ PAREDES RANGEL, DULCE MARÍA SAURI RIANCHO, MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA, entre otros, que saben que “Alito” con sus triquiñuelas le está echando las últimas paladas de tierra panteonera al ex invencible tricolor de aquellos años. Y otro político falso, casi de la misma calaña del tal “Alito” es el dirigente nacional del PAN, MARKO CORTÉS MENDOZA, que al igual que su colega del tricolor, no solo se apuntó también en el número uno de las senadurías plurinominales, sino que también el señor busca la reelección, cuando en realidad las pérdidas del PAN en las últimas elecciones son muy similares a las del PRI, o sea, ambos dirigentes partidistas han sido unos verdaderos fracasos y con todo el cinismo y la desfachatez del mundo pretenden reelegirse y lo peor es que encuentran un público tan cerrado de la mente que todavía cree en ellos. Pero si le seguimos con los políticos falsos, ahí tenemos también a MARCELO EBRARD CASAUBON, quién en la contienda interna de Morena, en calidad de “corcholata” se encabronó tanto por las transas tan claras que le hicieron para abrirle el camino del triunfo a CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, que habló pestes de Morena y así como andaba de encabronado, era difícil pensar que un día estaría anunciado ya como secretario de estado en el gabinete de la ahora presidenta electa de México. O sea, aquel coraje, aquella molestia que parecía tan auténtica, se la bajaron con un hueso, mala sea la comparación, pero como a un perro ladrador al que le tiran un hueso para que lo ruña, pero sobre todo para que se calle. Tanta fe que le teníamos. Pero no cabe duda que los intereses personales pesan más que todo. Y no crea usted que el dirigente nacional de Morena, es la excepción en eso de la falsedad, porque hace poco lo acaba de poner en evidencia el senador del Grupo Plural, EMILIO ALVAREZ ICAZA, quien publicó un video en el que Mario cuando era senador del PRD, luchaba y pugnaba porque los soldados regresaran a sus cuarteles toda vez que esa no era la forma de combatir la inseguridad y solo se estaba desgastando en la calle una de las principales instituciones de México, como lo es el Ejército Mexicano, pero por lo visto hoy le vale un cacahuate la inseguridad y el desgaste del Ejército, porque ahora lanza mensajes en la defensa de que el Ejército, siga en las calles, como una copia fiel de los mensajes que se avienta todos los días y cada rato su jefe AMLO, pero dejando ver una falsedad que da asco, para que más que la verdad. Por otro lado, igual de falso retrataron recientemente al ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA, que cuando era presidente de la principal tribuna impartidora de justicia del país, le preguntaron qué opinaban de algunas voces que sugerían la elección por el voto popular de jueces, magistrados y ministros, respondiendo que se perderían toda la esencia del trabajo de los juzgadores, porque estos deben ser totalmente independientes e imparciales y al ser electos quedarían comprometidos con quien los postuló o quien los apoyó en el proceso electoral. Pero ahora el señor no solo apoya la elección popular de jueces, magistrados y ministros, sino que él estuvo a la cabeza de la redacción de la Reforma al Poder Judicial que el presidente AMLO envió al Congreso de la Unión, cuyo fin todos lo sabemos es desaparecer la división de poderes y entre tanto, llevarse en las patas a la actual ministra presidenta NORMAL LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ, a la que no ha podido meter en cintura, y por lo tanto no le rinde pleitesía, como lo hace de forma muy lambiscona y arrastrada el ministro en retiro Arturo Zaldívar, quien además demostró su falta de ética profesional, al abandonar la corte, para unirse a una candidata de un partido político, lo que deja un mar de dudas, sobre la imparcialidad de las últimas resoluciones que se ventilaron en la SCJN cuando él era presidente. Y estos casos representan sólo una muestra del nivel de falsedad con que se maneja la política en México, pero hay miles más que le podríamos citar.

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