Dayan Lagarda
EL TIEMPO
En México solo tres estados producen 308 mil toneladas de frijol pinto para una demanda de 343, por lo que tienen que importar el resto, pero en recientes investigaciones se dio a conocer que en el sur de Sonora hay condiciones climáticas para sembrar dos vece por año.
Investigadores detallaron que las variedades cultivadas en Chihuahua, Durango y Zacatecas presentan desafíos como envejecimiento acelerado del grano, susceptibilidad a enfermedades foliares y un ciclo de madurez fisiológica mayor a 95 días, haciéndolas vulnerables a eventos climáticos adversos.
Por lo que con las siembras de los valles del Yaqui y Mayo se busca abastecer el mercado nacional con la variedad de frijol pinto Salinas, reconocida por su grano de calidad preferencial apto para la industria de enlatado, de acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Forestales Agrícolas y Pecuario (Inifap).
Se explicó que, la variedad Salinas tiene un ciclo precoz, madurando en 92 días, y muestra tolerancia a enfermedades como roya, tizón bacteriano y virus del mosaico común.
Investigadores resaltaron que se adapta bien a los sistemas de riego por goteo y de gravedad, siendo ideal para siembras realizadas entre septiembre y diciembre durante el ciclo agrícola otoño-invierno, con el fin de evitar riesgos de heladas en diciembre y enero.
La inclusión de la variedad Salinas en el sur de Sonora facilita una rotación eficiente con cultivos como cártamo y sorgo, optimizando el uso del suelo. Además, su vida útil en anaquel supera los 18 meses, convirtiéndola en una excelente opción para aprovechar las mejores oportunidades de comercialización.