Dayan Lagarda

EL TIEMPO

Como un ‘arma de doble filo’ es vista la lluvia por los pequeños ganaderos, pues al aumentar la maleza como zacate, al consumirlo en gran manera puede ocasionar una enfermedad estomacal al ganado, poniendo en riesgo su vida, sobre todo a los ‘flacos’.

De acuerdo con Julio Aldama, ganadero del Valle del Yaqui, al crecer los pastos, aquellas vacas que han sobrevivido con poca comida, tienen un gran apetito, por lo que consumen bastante el alimento silvestre, el cual sirve como purgante, provocándoles diarrea.

Comentó que esto puede llegar a ser mortal, vaciándoles lo poco que traen en el estómago, pues el ganado se encuentra flaco y débil, lo que complica y compromete su salud, que a su vez merma el hato ganadero de los ranchos del Valle del Yaqui.

Aldama Solís, destacó que una de las maneras de evitar la muerte de ganado es apoyar a los pequeños ganaderos con alimento producido en la fábrica de la Unión Ganadera de Sonora, que, en su giro, es la más grande del Estado.

Recordó que durante el año pasado los vaqueros compraban el saco de alimento torete en 50 pesos, pero ese precio subió a 250 pesos en solo un año, situación que preocupa a los cientos de ganaderos adheridos a la asociación.

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