Pablo Beltrán

Los Santos Óleos

Y vaya que después de su fundación en 4 de marzo de 1929 por Calles, el Partido Nacional Revolucionario, hoy conocido como PRI a partir del 18 de enero de 1946, jamás había sufrido de un cisma tan general como el derivado de la última actitud de Alejandro “Alito” Moreno y su pandilla, en donde al estilo de la Ley de Herodes y en el peor momento, movieron sus estatutos para dar cabida a la reelección de dirigente, lo que en el reciente pasado era un tema tabú, en virtud de los principios no reeleccionistas que dieron origen al expartidazo.

Como si el horno estuviera para bollos, después de una avasalladora derrota sufrida en el mes pasado, el jerarca campechano lejos de entrar a una catarsis en donde la reflexión fuera el resorte en aras de volver a impulsar al otrora invencible, pues resulta que mejor aprovechó el aturdimiento y el desánimo de los militantes, con el fin de agandallarse de las cenizas y tratar a su juicio de reconstruir algo que se antoja bastante complicado, por no decir imposible.

Pues sí, en asamblea a mano alzada, el domingo pasado, logró que se aprobara reforma en estatutos, para validar la reelección del líder nacional del partido, lo que ocasionó verdadero sainete, pero a final de cuentas se salió con la suya. Y sin duda que desde el momento del albazo de “Alito” -perfilándose para irse como mandamás hasta el 2032-, se le fueron varios a la yugular, consiguiendo que Moreno reaccionara con furia y cólera, a tal grado que al día siguiente -en defensa- acusó a varios de los nefastos momentos del partido, incluyendo al reciente electo en Sonora como senador por primera minoría, Manlio Fabio Beltrones, como un involucrado en el caso Colosio, lo que no es enchílame otra.

Ahora, en la lógica judicial, con el pequeño detalle de que el jueves, los inconformes no se cruzaron de brazos y actores políticos de talla, como Dulce María Sauri Riancho, Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, con el respaldo del propio Beltrones, llevaron el asunto al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuestionando las reformas internas, lo que dará muchos que hablar en los próximos días.

El PNR/PRM/PRI sin lugar a dudas que ha pasado por momentos difíciles, desde la parte final de la guerra cristera en 1929, los vaivenes del obrerismo a mitad del siglo pasado, el famoso 02 de Octubre, el Halconazo de 1971, la Guerra Sucia, las expropiaciones agrarias, el caso Buendía, al affaire con Camarena, la hiperinflación, la caída del sistema y la generada falta de legitimación de CSG, Aguas Blancas, Acteal, la pérdida de la mayoría del Congreso en 1997, su primera derrota presidencial en 2000 de manos de Vicente Fox, la ausencia en Los Pinos por 12 años, la Casa Blanca, Odebrecht, Ayotzinapa, la otra derrota presidencial en 2018, pero ahora a 6 años de esta derrota, la pérdida de casi todas sus gubernaturas y una malograda campaña que los puso al borde del precipicio, faltando solo el empujoncito de “Alito”, para ahora si terminar de extinguir a uno de los partidos que fue de los más hegemónicos del mundo.

En los meses venideros, se sabrá en que termina todo esto y si el exgobernador de Campeche es reelecto, con lo cual, a juicio de muchos, ya se tendría que buscar a los suficientes Cardenales para realizar la extremaunción en Insurgentes Norte, pues los estertores de la “muerte” son más que visibles.

Ahora faltará ver si el PAN, o se queda viudo o se divorcia en forma oportuna (algunos ya lo exigen, como Jorge Romero), pero lo que sí se puede concluir de toda esta saga, es que se le está dejando el camino abierto a Morena para consolidarse en el poder, máxime que, se dice, en el sexenio entrante pudiera ser el propio “Alito” el que les solucionara los votos faltantes en caso de que en alguna de las cámaras no se alcanzara la mayoría calificada y así sacar una serie de reformas de corte duro, con lo cual la república daría un viraje de 180 grados.

La suerte está echada y dependerá de los decanos y rudos del PRI si el ahora también conocido como “el sepulturero”, termina de darles la última palada.

Quién iba a decir que de carro completo pasarían a cortejo fúnebre…a menos que…

DÍA DEL ABOGADO. Y el día de ayer se celebró con bombo y platillo el “Día del Abogado” por todos los confines del país, en donde Cajeme no fue la excepción.

Se dice que fue el presidente Adolfo López Mateos en 1960, a petición de un comité de juristas, el que instituyó tal conmemoración, destacando el día 12 de julio por ser la fecha en la cual elrey Carlos V -en 1553- decretó la creación de la primera cátedra de derecho en la Real y Pontificia Universidad de México.

Ahora en manos de los abogados -también- se encuentra escudriñar el proyecto de reforma judicial que se encuentra en ciernes en este país y opinar/proponer sobre el mejor rumbo que se debe de tomar en este renglón.

Por lo pronto, para el viernes 19 de julio a las 5 de la tarde, en edificio de Sinaloa y Allende (CEUNO), se encuentra programada una interesante reunión por parte de la Barra Sonorense de Abogados, en donde se analizarán los pros y contras de la tan ya famosa propuesta del ejecutivo federal.

Ya veremos…

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