Óscar Félix / MO
La producción de leche en los establos del Valle del Yaqui ha registrado una disminución alarmante de más del 50%, según reportan los ganaderos de la región.
Este fenómeno es atribuido a las altas temperaturas que se han presentado en las últimas semanas, pero también a que las vacas llevan mucho tiempo desde su último parto y continúan siendo ordeñadas.
El calor extremo ha afectado notablemente la salud y el bienestar del ganado lechero, reduciendo su capacidad de producir leche de manera efectiva.
Las vacas, que son particularmente sensibles a las altas temperaturas, disminuyen su ingesta de alimento y agua, lo que repercute directamente en la producción láctea.
Además, los establos reportan que muchas de las vacas han estado en un largo periodo de ordeño continuo desde su último parto.
“Las vacas necesitan un ciclo adecuado de parto y descanso para recuperar su capacidad productiva. Hasta que vuelvan a parir, es improbable que veamos un incremento significativo en la producción de leche”, explicó un ganadero local.
La situación ha generado preocupación entre los productores de leche, quienes se enfrentan a la necesidad de ajustar sus prácticas de manejo del ganado para mitigar los efectos del calor y optimizar los ciclos reproductivos de las vacas.
Mientras tanto, buscan estrategias para mantener la estabilidad económica en sus operaciones y satisfacer la demanda del mercado local.
Las autoridades y organizaciones ganaderas están trabajando en conjunto para ofrecer soluciones y apoyo a los productores afectados, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de la producción láctea en el Valle del Yaqui.