Clara Aragón / MO
Desde hace años persiste el problema de las aguas residuales por la calle Guerrero, justo al frente de las unidades del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde desde varios puntos fluye el líquido pestilente.
En los alrededores se encuentran las paradas del camión de la línea 12, 8 y 9, además de puestos de comida, farmacias, tiendas de artículos ortopédicos o ropa, entre otros establecimientos.
Ese sector es uno de los más concurridos de Obregón, tanto por la presencia de derechohabientes del IMSS, sino por sus acompañantes, trabajadores del sector, gente que acude al parque infantil y la Laguna del Náinari.
Las coladeras y registros parecen fuentes que desembocan en las alcantarillas pluviales, pero el agua no solo sale de ahí, sino desde el propio concreto de la banqueta.
El riesgo es para los pacientes del IMSS, pues aunado a las enfermedades por las cuales acuden a consulta, podrían contraer alguna infección a causa de las aguas de drenaje que corren por la acera y la calle.