Pablo Beltrán
Tiempos de brujos
Y vaya que el tema de inicio de la semana, referente a la “expulsión” adelantada de Manlio Fabio Beltrones de la bancada en ciernes del PRI, en el Senado de la República, levantó bastante ámpula, lo que ha dado con los días mucho que pensar respecto al futuro de las decisiones en la Cámara Alta, en donde el oficialista Morena, no alcanza la mayoría calificada.
Y sí, a inicios de la semana el recién reelecto dirigente del ex invencible, Alejando “Alito” Moreno, sentenció enfáticamente que el oriundo de la ex colonia Irrigación no pertenecería a partir del primero de septiembre a la bancada del revolucionario institucional, debido a motivaciones ideológicas y de unidad, ello ante las sendas críticas del exgobernador de Sonora a todo el procedimiento de reelección, tildado como contrario a los principios de ese partido. En tal actitud, acuerpado, tuvo el respaldo de legisladores afines.
Y por supuesto que el campechano no ocupó ir por la respuesta, pues de inmediato el electo senador Beltrones, en su cuenta de twitter, hoy X, le espetó: “Tengámoslo claro, esta dirigencia reeleccionista no representa la unidad. El PRI de ‘Alito’ debiendo ser formal, se ve marrullero y mezquino con los suyos y pequeño ante la sociedad”. Además, el exsubsecretario de gobernación, expresidente de partido y múltiples veces legislador, anunció la defensa de la legalidad, tanto en el tema de la reelección, como de su persona.
Y si algunos creían que el asunto era sola cuestión doméstica dentro del tricolor -aún no le quitan los colores patrios-, pues resulta y resalta que nada más y nada menos que la presidente electa (técnicamente con “e”), en torno al asunto de la expulsión de Beltrones Rivera y ante una posible unión a Morena, le entró al quite, respondiendo en rueda de prensa: “Yo creo que cada quien tiene su historia y ellos tienen que definir el caso del PRI. Cada quien tiene que definir hacia dónde va. Es particular ese caso. Tiene su historia y no creo ni siquiera que él quiera acercarse”.
Y remachó: “En la Cuarta Transformación, es importante el esfuerzo que se ha hecho para incluir a mucha gente, pero también hay casos donde tienen su propia historia y no necesariamente son parte de la Cuarta Transformación. Vean ustedes la campaña de Beltrones en Sonora. Estuvo dedicada a la crítica al Presidente de la República, al gobierno de la 4T, al propio gobernador Durazo, entonces no hay muchas cosas en común”
Sin embargo -ojo-, cerró diciendo que no por lo anterior, no era posible que el defenestrado priista votaría a favor algunas de las propuestas del ejecutivo federal en el próximo período de sesiones: “Eso no quiere decir, es importante, que frente a reformas que se propongan no vayan a votar a favor (…) más allá de si son parte o no de la Cuarta Transformación”.
Pues para no hacerla más larga, se dice que son bastantes los que creen que el pleito entre el campechano y el sonorense es de a deveras, pero también se ventila que algunos politólogos -que no son pocos-, ya han creado una tesis en el sentido de que el agarre entre “Alito” y Beltrones, es inventado -o arreglado- y que solo se trata de una justificación para que el sonorense pueda actuar en calidad de bisagra (remember Calderonismo) y que en una apariencia de senador “independiente” le saque los votos faltantes a Morena para lograr la mayoría calificada, para así, conseguir las reformas constitucionales tan anheladas. De entre las más importantes, la reforma judicial, la incorporación de la Guardia Nacional al sector militar, entre otras del tintero y las que se acumulen.
Dicen que, por rumbos de Catemaco, Veracruz, un curandero le comentó a un chamán sobre esta última posibilidad de “teatro político”, a lo que su contraparte solo se limitó a contestarle: ¡¡¡ahora hasta brujo saliste!!!
El que entendió, entendió…y el que no, “pos” nó…
¿VÍCTIMA O VICTIMARIO? Y lo que resultó una nota bastante movida, fue el intento de detención, en virtud de orden de aprehensión, en contra del exmandatario chihuahuense Javier Corral Jurado, pues en el transcurso de la semana, un grupo especial del norteño estado fue a ejecutar el mandato judicial hasta el altiplano y en específico en un restaurante de la Roma, en donde se encontraba el próximo senador plurinominal por Morena para el período legislativo en puerta.
Corral, ni tardo ni perezoso, hizo uso de su teléfono celular y logró que llegara hasta el comedero, el encargado de la Fiscalía capitalina, Ulises Lara, quien lo sacó del lugar en una especie de “rescate”.
Se sabe que el tema de Corral pudiera obedecer a una persecución política de parte de la actual gobernadora Maru Campos, con la supuesta influencia del exgobernador César Duarte.
En calidad de mientras, Lara, con el power del Batrecismo, se encuentra en el ojo del huracán por poner en tesitura los mecanismos de colaboración Inter fiscalías de las entidades federativas, máxime que al parecer la solicitud pasó por los filtros legales -derivados de dichos compromisos-, lo que dará mucho de qué hablar en los próximos días, pues no solo se trata de un tema penal, sino además de un asunto de federalismo.
En reacción, el Fiscal anticorrupción chihuahuense, de nombre Abelardo Valenzuela, ha declarado “prófugo de la justicia” a Corral, pero también se le ha olvidado decir que mientras no exista una sentencia de condena, debe de presumirse inocente.
Esta situación definitivamente ha provocado un choque de trenes en términos políticos, pues Corral está a solo un par de semanas de rendir protesta al cargo de senador de la república, en donde se vería investido en automático de fuero, lo que sin ser inmunidad o impunidad, pudiera poner el procedimiento punitivo en modo pausa, hasta en tanto no se resolviera sobre una eventual declaratoria de procedencia, comúnmente llamada como “desafuero”. Ya veremos…
TAMBORES DE GUERRA. Y por donde también se escucha bastante ruido, es por rumbos del Poder Judicial de la Federación, pues muchos de sus miembros y empleados, han puesto en la agenda una posible suspensión de labores para la semana entrante, como motivo de protesta por el diseño de la reforma judicial, la cual parecer ya es inminente en casi todos los términos planteados de origen.
Definitivamente que no es un tema menor, pues de darse la suspensión la mayoría de los procedimientos se estancarían, pero al parecer, este tipo de medidas es ante los oídos sordos que se les han prestado a los abogados de los tribunales, los cuales sienten su situación laboral más inestable que el astato.
Por el bien de la República y aunque se antoja difícil, ojalá que se llegue a consensos…