Después de las tensiones que se dieron hace algunos días entre el gobierno federal y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador celebró que tanto el diplomático como el gobierno del vecino país ya no estén opinando sobre la reforma al Poder Judicial.
En este contexto, el mandatario externó que el silencio sobre el tema es un acto de prudencia de parte del embajador originario de Texas, luego de que hace días causaron revuelo sus palabras en torno a la reforma ya antes mencionada.
Del mismo modo, el jefe de Estado declaró que de igual forma el hecho de que el gobierno estadunidense ya no haga mención de la iniciativa para él es un signo de ser “una política de responsabilidad”, que enriquece la relación entre ambas naciones.