Pablo Beltrán
Todo el poder: la deforma perjudicial… ¡bah!
Y vaya que la larga sesión del Senado del martes, que se prolongó hasta las primeras horas del día siguiente, resultó todo un circo romano, en donde la constante fue el avasallamiento, la irrupción, la traición y la resultante herida de muerte a la república.
Hubo de todo: gritos, insultos, fanfarronadas, jactancias, cinismo, triunfalismo y además, una marcada deslealtad de un cacique jarocho y la ausencia de un desorientado campechano, supuestamente anclado por circunstancias penales. El cambio del sentido del voto de Yunes y la falta del sufragio de Barreda, dio el “gane” en mayoría calificada a la aplanadora morenista con 86-41.
Como parte del procedimiento, al ser enviada la minuta a los congresos locales, la misma ya fue votada fast track a favor por más de la mitad de estos, en un tiempo récord que no rebasó ni las veinticuatro horas. En el caso de Sonora, también surgió la traición de una albiazul.
El día de ayer ya se realizó el cómputo y la declaratoria de aprobación de la reforma constitucional por los congresistas, conforme al 135 constitucional, por lo que estaríamos ante un aparente consummatum est. Y se dice lo de aparente, porque esto de la reforma judicial tiene tantas aristas como vicios procedimentales, que pudieran dar continuidad a una saga de alto escozor, lo que definitivamente nos pudiera poner en una crisis constitucional -ya vista venir desde hace días- pues no hay que olvidar que hay diversos juicios de constitucionalidad sobre los actos de los legisladores, en donde las suspensiones al procedimiento fueron despreciadas por ambas cámaras, pero no solo en opinión, sino en los hechos, lo que puso todo esto en una situación de desacato, tomando en cuenta que en dichas medidas cautelares derivadas de sendos juicios de amparo, se destacó que además no se podía pasarse a la fase final de votación en los congresos locales y en otros casos incluso se ha ordenado la no publicación de la reforma en el Diario Oficial de la Federación, lo que claramente fue desatendido en el primero de los casos, quedando aun por verse lo de la no publicidad.
Durante las sesiones de comisiones y de pleno, de ambas cámaras, los legisladores oficialistas se dedicaron en parte a criticar la admisión de esos juicios de amparo como si fueran tribunales, para así justificar el seguimiento de las sesiones; sin saberse a la fecha si canalizaron sus vibras en forma adecuada, interponiendo los correspondientes recursos en contra de la admisión de las demandas de amparo y del otorgamiento de las suspensiones.
Viene entonces un serio debate judicial sobre si el procedimiento de reformas a la constitución fue llevado a cabo en forma correcta, considerando que este tipo de actos sí pueden verse en el juicio de amparo en cuanto a sus vicios, pues ya hay precedentes al respecto. Esto es, no hay que confundir la improcedencia del juicio de amparo en contra del contenido material del articulado constitucional, con respecto a la diversa situación relativa al cuestionamiento de las etapas que dieron lugar a la reforma, de donde surgirán sentencias en breve plazo.
Hoy por hoy, los juristas, académicos, postulantes y demás mundo del derecho mexicano, ven con gran preocupación ciertos matices de la reforma, de lo que ya se ha observado un voto popular manipulado desde la preselección que incluye sorteos, la desaparición de las salas, un tribunal doméstico inquisidor, el cese de cientos de jueces y magistrados con vasta experiencia y el consecuente fin de la carrera judicial en los términos deseables, los nuevos requisitos de ingreso extremadamente relajados, la disminución en percepciones por debajo del presidente (cuando el 127 constitucional refiere excepción para los trabajos técnicos calificados o los de especialización en su función), los jueces sin rostro, de entre varias situaciones que en nada abonan a la mejora del servicio, sino todo lo contrario; señalando algunos, que la otra fase de búsqueda de un mayor “control” en el corto o mediano plazo pudiera darse sobre la limitación en la admisión de las demandas de amparo y el acotamiento a los alcances de la suspensión, que las formalidades esenciales del procedimiento dejen de regir, que la prisión preventiva oficiosa sea la regla y no la excepción, que se mute el principio de presunción de inocencia por el de culpabilidad, que el uso, goce y disfrute como elementos de la propiedad privada sean alterados, que el principio de proporcionalidad tributaria y su defensa quede como cosa del pasado, que la libertad de tránsito sea disminuida, que la inviolabilidad del domicilio pase a la historia, que el principio de libertad quede bajo reglas desventajosas prescindiendo de flagrancias u ordenes de aprehensión judiciales, que la tortura vuelva a ser tolerada como parte de los métodos de investigación, entre otras barbaridades. ¿Y saben quiénes serían los más afectados si se da un viraje de este tamaño? No serían necesariamente los potentados ni los clasemedieros. Serían claramente los más pobres, por razones obvias.
Pasaron décadas para lograr desterrar las malas prácticas y ahora una reversa sería fatal, ya que en este siglo nos llegamos a sentir como integrantes del primer mundo, no solo por el tema económico, sino además por la cultura de respeto a los derechos humanos, mismos que por cierto la CNDH ha dejado de defender en últimas fechas, al pasar a ser un florero de la administración central.
Y volviendo a la carnestolenda de la sesión de la Cámara Alta, que tuvo de todo -hasta la toma de la sede-, nuestra generación nunca va a olvidar la participación de los Yunes, otorgando el voto de la ignominia, lo que pudiera poner al vástago Miguel Ángel como un moderno Judas, entregando en canal al bloque partidario que le dio la postulación, pero sobre todo, provocando una herida profunda a la República. Como cosa paradójica, a la iniciativa no se le movió una coma y así el sistema de frenos y contrapesos se encuentra a un tris de estar en coma.
Por supuesto que vendrán más reacciones en lo nacional e internacional, llámese temas de mercados, bolsa de valores, inversiones, capitales golondrinos, medidas de organismos internacionales, opiniones de líderes extranjeros, así como el incremento en demandas de amparo y las resultas de los consabidos juicios en contra del procedimiento, entre otros.
Y sí, la vida es una tómbola…
CAMBIO POR OBREGÓN. Y en donde ya viene de frente una nueva administración, es por los rumbos de Cajeme, pues en un par de días, ya tendremos la integración de un nuevo ayuntamiento, liderado de nueva cuenta por Javier Lamarque en reelección, pero con una mayoría de caras distintas en el cabildo, viéndose por el lado de Morena a un hombre de experiencia en estas lides como Joaquín Armendáriz, mientras que por MC aparece el multidinámico Jorge Rodríguez y por el PRI la simpática Mary Leyva, sin dejar a un lado a Joel Ricardo Rojas por el Partido Sonorense; repitiendo en el quehacer municipalista -por el Verde- el controversial Fidel Covarrubias, al igual que la activa panista Sara Piña. Y con la novedad de que se le acaba de caer la regiduría por el PRD a Raúl Ayala junior -hijo del exalcalde- al parecer por motivos de paridad de género.
Y hablando de la administración directa (dependencias), se dice que habrá pocos cambios y sin saber a ciencia cierta de nuevos nombres -salvo el que llegará de relevo en comunicación social-, el munícipe debe de valorar en forma muy sesuda el tema de los servicios públicos, los que si bien han sido algo regulares, no dejan de observarse deficiencias tanto en el aspecto de las luminarias, como el de la pavimentación, ya que respecto a las primeras se detecta oscuridad en algunas calles y parpadeos en otras, mientras que en el segundo de los casos, se ha visto la proliferación de baches como epidemia, quedando en duda la calidad del asfalto aplicado y en el aire la pregunta si se trata del que produce el ayuntamiento o es de los aplicados por los contratistas.
Lamarque no es Cristo nuevo y sabe que en su reelección debe de mejorar aún más su calidad en el servicio, sobre todo porque está el 2027 casi a la vuelta de la esquina.
A menos que…