Óscar Félix
La producción de leche en los establos lecheros del valle Yaqui sigue enfrentando desafíos importantes, a pesar de la reciente llegada de nuevas vaquillas lecheras que ofrecen una luz de esperanza para el futuro del sector.
Según informes de productores locales y asociaciones ganaderas, la producción de leche en la región ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos meses.
Factores como el clima adverso, el incremento en los costos de alimentación y el manejo de los rebaños han influido en esta situación.
Los ganaderos han señalado que, aunque las condiciones han sido favorables para el nacimiento de nuevas vaquillas, esto no ha sido suficiente para compensar la baja en la producción.
Desde principios de año, los establos lecheros han experimentado una disminución significativa en la cantidad de leche ordeñada diariamente.
Se estima que la producción ha caído en un 20% en comparación con el año anterior, lo que ha generado preocupación entre los productores y ha impactado en la cadena de abastecimiento.
Sin embargo, la llegada de nuevas vaquillas lecheras representa una oportunidad para revitalizar la producción a largo plazo.
Estas jóvenes hembras, esperadas con entusiasmo por los ganaderos, están en proceso de crecimiento y se espera que comiencen a producir leche en el futuro cercano.
Los expertos agrarios destacan la importancia de implementar estrategias de manejo adecuadas para asegurar que estas vaquillas alcancen su potencial productivo.
Por otro lado, los productores también están trabajando en mejorar las prácticas de manejo y alimentación de sus rebaños existentes. Iniciativas para optimizar la alimentación, así como el monitoreo de la salud de las vacas, son algunas de las acciones que se están implementando para tratar de revertir la tendencia a la baja en la producción.