Óscar Félix / MO
La señora Mirna Griselda Figueroa Tapia, residente del poblado de Hornos, ha visto suspendido temporalmente su desalojo programado para este jueves.
La madre, que cuida de un hijo con discapacidad, había hecho un llamado urgente a la prensa y a la comunidad para que la respaldaran en esta difícil situación.
Figueroa Tapia, que ha vivido en su hogar durante los últimos 15 años, sostiene que la decisión de desalojo no respeta los acuerdos de la asamblea del ejido local ubicado en Hornos.
“La asamblea no está considerando el apoyo que me brindan otros ejidatarios que han sido informados de que la decisión del tribunal agrario es más válida que lo acordado en nuestras asambleas”, declaró visiblemente angustiada.
La propiedad en cuestión ha sido parte de su familia durante décadas. Figueroa menciona que el terreno pertenece a su padre, Álvaro Figueroa Villa, de 82 años, quien ha tenido posesión del lugar durante más de 60 años, tras obtenerlo de sus abuelos, Virginio y Virginia Figueroa Muñoz, fundadores del ejido.
A pesar de sus esfuerzos por resolver la situación de manera pacífica, la señora Figueroa enfrenta dificultades por decisiones personales que han influido en el proceso.
“No están respetando los acuerdos previos de la asamblea. Hay dos períodos de decisiones marcados por la injusticia”, enfatizó.
La comunidad se ha unido en apoyo a la señora Figueroa, lo que ha generado un cambio en el rumbo del posible desalojo. “Es un asunto de justicia, y no permitiré que me saquen de aquí sin luchar”, concluyó la afectada.
Con la situación aún tensa, la comunidad sigue vigilante, esperando que se logre una solución pacífica y justa que garantice la permanencia de la señora Figueroa y su hijo en su hogar.

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