Milton Martínez Estrada

¿Estaremos mejor en Sonora con Sheinbaum?

Al inicio de cada administración gubernamental se tienen certezas e incertidumbres que al paso del tiempo y de los días se pueden aclarar, disipar, profundizar o ampliar.

Es por eso que en La Siguiente Pregunta nos dimos a la tarea de observar algunos aspectos, factores, circunstancias, detonantes y determinantes que arrojen información que defina lo que viene para Sonora con el inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo.

La presente columna tiene como único objetivo recrear un escenario hipotético a base de hechos, comparaciones y proyecciones alejados de cualquier olor a fanatismo u apasionamientos.

Se recomienda discreción y criterio. Este quien les escribe otorga un íntegro beneficio de la duda a Claudia y le desea todos los parabienes porque su éxito gubernamental representa el bienestar social de los mexicanos.

Tras este deslinde de responsabilidades, vamos a los hechos que envuelven a la primera presidenta de la República electa con respecto a nuestra entidad.

La relación Alfonso Durazo-Claudia Sheinbaum no pasa por su mejor momento luego del pasado 11 de junio cuando se habían citado a las huestes morenistas para definir las reglas en la selección del candidato presidencial.

Aquel día el forcejeo entre los simpatizantes de las corcholatas, como el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a los aspirantes a sucederlo en el cargo, generó diferencias públicas irremediables.

Supuestamente, un grupo de 30 personas que apoyaban a Marcelo Ebrard en su calidad de corcholata también, recibieron a gritos a Sheinbaum: “Piso parejo, piso parejo, piso parejo”.

Lejos de que esta situación afectara a Ebrard porque sus seguidores atacaron a Sheinbaum, quien sacó la peor parte de esta zacapela fue Durazo.

Claudia, con un evidente enojo en el rostro, reclamó a Alfonso Durazo porque él era el responsable de mantener limpia la elección interna morenista al ostentar el cargo de presidente del Consejo Nacional de Morena.

El resto es historia. Sheinbaum reprochó fuertemente la ofensa a Durazo. De esto jamás nos hubiéramos enterado si un desconocido usuario de redes sociales hubiera filtrado el video de aquel amargo momento.

“Ya me cansé, ya me cansé, ya me cansé”, le reclamó tres veces Claudia a Alfonso mientras mientras lo apuntaba con el dedo índice.

“No se vale, nomás me recibieron a mí. No se vale”, añadió la entonces aspirante presidencial.

Escribo que Durazo se llevó la peor parte porque Ebrard, con todas sus malas decisiones políticas recientes, está a unas horas de rendir protesta como secretario de Economía mientras que nada se sabe si el gobernador sonorense haya limado asperezas con la próxima mandataria mexicana.

Insisto son solo hechos; vísperas que nos podrían ayudar a sacar el día.  

Allá por 2018, al inicio de la administración de AMLO, la esperanza de que Sonora tendría un mejor panorama era sostenida con el hecho de que había al menos tres sonorenses bien posicionados en el gabinete presidencial: Alfonso Durazo, como secretario de Seguridad Pública; Ana Gabriela Guevara, titular de Conade; y Octavio Almada como secretario particular del presidente.

Este 2024, a un día del cambio de poderes, no existen informes de que algún sonorense esté ubicado en el círculo cercano de Sheinbaum.

Incluso cuando Claudia visitó por primera vez Sonora, como presidenta electa, allá en Desemboque de los Seris, el autor de esta columna le preguntó si algún sonorense estaría entre los integrantes de su gabinete y ella se negó a responder la interrogante.

Hoy sabemos la respuesta: No.

El tercero de los hechos que hace ver a Sonora lejos de la mirada presidencial es que los candidatos presidenciales en Estados Unidos, Donald John Trump y Kamala Harris se han inclinado por resaltar la importancia de las energías fósiles.

Un esperado giro de tuerca mundial frente al avance de la energía sustentable, con la terrible implicación que Durazo había sustentado su legado gubernamental en la energías limpias con la creación de la Planta Fotovoltaica más grande de Latinoamérica.

Y si Estados Unidos es el principal socio comercial de México solo se puede esperar que la energía verde de Sonora supla las necesidades industriales del país para que este parque no quede en el olvido.

En una consulta que realicé al doctor Fernando Pedraza para hablar sobre este tema, me dijo que las adversidades antes presentadas serán solo datos anecdóticos porque Sonora se encuentra en una excelente posición para cubrir las exigencias productivas de Estados Unidos y México se dirige a una cita privilegiada con la macroeconomía.

“Esta parte del continente es nodal para Estados Unidos porque se desfonda económica y militarmente en Europa y Asia. Entonces cuentan con que Sonora sea su fuente de energía”, señaló.

Apreciado lectores, nos encontramos en primera fila para mirar lo que se viene para nuestro estado. Aquí seguiremos en lo próximo. Gracias por la lectura. Nos escribimos el próximo lunes.

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