Óscar Félix / MO
La presencia de dos grandes lagunas de aguas residuales en la calle lateral de la 5 de Febrero, entre Girasoles y Valle Dorado, ha convertido la vida de los vecinos en una pesadilla.
La fuga de drenaje, que persiste desde hace tiempo, ha generado un foco de contaminación que propicia la proliferación de bacterias y virus, poniendo en riesgo la salud de cientos de familias.
Además de las enfermedades gastrointestinales y respiratorias, esta situación ha provocado la aparición de insectos y roedores, aumentando el riesgo de contraer otras enfermedades como el dengue.
Los malos olores son insoportables y han obligado a muchos vecinos a permanecer en sus hogares con las ventanas cerradas e incluso en la alcantarilla se instaló una llanta para evitar algún accidente.
Los niños, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son los más vulnerables ante esta situación.
La falta a un entorno salubre ha generado un clima de incertidumbre y preocupación entre los habitantes.