Fabiola Navarro / mo
Por las calles del centro de la ciudad, diariamente se puede observar a Isidro Higuera Rojo, empujando un carrito de paletas, las cuales vende para ganarse la vida.
Con 86 años a cuestas, recorre las calles del centro comercial, la plaza 18 de marzo y si su cuerpo le permite ese día, llega hasta el popular barrio Plan Oriente, a ofrecer paletas heladas y nieves.
“Como no estoy enfermo, todos los días trabajo gracias a Dios, los domingos también, aquí en la Iglesia vendo los sábados y los domingos, camino mucho gracias a Dios”, relató el adulto mayor.
Los fines de semana, aprovecha para vender sus paletas a los feligreses que acuden a misa a la Iglesia de Guadalupe, por la calle Galeana.
Su oído falla, por cuestiones propias de la edad, sin embargo, su voz sigue fuerte, para gritar los sabores de las nieves y paletas que elabora la empresa para la que trabaja.