Milton Martínez Estrada
Cero impunidad en Sonora, la más grande de las mentiras
Me encantaría iniciar este escrito con una risotada gigante en la que pudiera llenar un párrafo entero de puros “ja, ja, ja” al escuchar de nuestras autoridades el lema de “cero impunidad” en Sonora.
Y es que acabo de consultar los datos del Inegi en los que se precisa que la delincuencia que sufren los residentes de Sonora es el doble de gigantesca de lo que se nos dice desde la oficialidad.
Pero no se acongoje, apreciada lectora, encarecido lector. Ahorita mismo me explico para que usted no sienta que estas letras están más enredadas que una sopa de vasito (ya sabe usted a qué marca me refiero).
Resulta que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía crea un indicador con la solidez de los números para definir qué tan eficaces son nuestras autoridades al momento de ofrecer justicia a los ciudadanos.
Entonces, el Inegi realiza un cruce de información tan complejo como revelador con el objetivo de saber cuántos delitos fueron denunciados ante las fiscalías estatales y cuántos de estos ilícitos nunca fueron reportados por las víctimas.
Vamos a los datos ofrecidos por Inegi: En 2023 se cometieron 822 mil 754 delitos en Sonora según consta en carpetas de investigación en la fiscalía, pero ocurrieron otros 768 mil 771 crímenes este mismo año de los que nunca se enteró la autoridad.
A la diferencia entre delitos denunciados y delitos ocurridos se le llama cifra negra, que se puede traducir en impunidad y en un enemigo público invisible para las policías.
Voy a ser más claridoso en este mi comentario. Por cada dos delitos que se cometen en la entidad, solo uno queda registrado en los libros oficiales de la autoridad y el otro jamás se contabiliza porque las víctimas no confían en el aparato de justicia y no desean perder su tiempo en denuncias que jamás serán atendidas.
Les escribí todo lo anterior para que supieran cómo se leen las estadísticas de cifras negras y en qué lugar se encuentra nuestro estado con respecto a estos datos.
Sonora presenta una cifra negra del 95.4%, por lo que se puede decir que cuando ocurren 200 delitos, la autoridad solo se entera de 104 y los 96 restantes jamás verán la luz pública y formarán parte de la oscura realidad.
Alguna vez les conté que una obscenidad pública mayúscula se le conoce como ignominia. Bueno, cuando una autoridad habla de cero impunidad la mentira es exponencial porque no resuelve el 100% de las denuncias recibidas y hay otro 95.4% del que ni siquiera sabe que existe.
Es de risa loca lo que plantean nuestros gobernantes y de indignación descomunal ese cinismo con el que se pasean bien tranquilos al mismo tiempo que la impunidad campea en territorio sonorense.
Les voy a aportar otros datos sobre esta cifra negra y luego les cuento cómo es que Inegi llega a estos números y los da a conocer en su plataforma.
Sonora se ubica en 2023 (el informe más reciente) en octavo lugar nacional en cifra negra (95.4%), después de Guerrero (97.5) que es el primer lugar; le sigue Chiapas (96.6%); Tamaulipas (96.4%); Sinaloa (96,3%); y Veracruz (96.3%).
En la sexta posición está Nayarit (96.2%) y en séptimo puesto se encuentra Oaxaca (95.7%).
Hay que precisar que Sonora en 2022 estaba en vigésimo quinto lugar del país con 90.7% de cifra negra. En un solo año cayó 17 peldaños en materia de atención y justicia.
Ahora sí, vayamos a ver cómo es que el Inegi llega a estos datos de cifras negras
y lo hace a través de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
sobre Seguridad Pública.
La encuesta recoge la información de una muestra representativa de hogares mexicanos y realiza las proyecciones con un riguroso valor estadístico, que a su vez, arroja un diagnóstico de cómo se encuentra nuestro país.
Estas cifras nos dejan helados y nos lleva a la reflexión de lo que está ocurriendo. Inegi año con año se consolida como una casa de consulta estadística de reconocimiento internacional y de un acervo informático que está entre los más grandes del mundo.
Es por lo anterior que siempre me gusta incluir en mis textos estas cifras, que lejos de endulzarnos el oído, nos llaman a la consciencia y a la acción.
Ahora valiosos lectores ustedes sabrán cómo es que ocurren tantas cosas en sus colonias y estas nunca se publican en la prensa o lo informan las autoridades.
Esta desconfianza cierra el círculo vicioso en el que las víctimas nunca se animan a denunciar porque lo reportado en poquísimas ocasiones llega a los oídos de la justicia.
Muchas gracias por la lectura. Estoy muy gustoso de escribir entre semana para ustedes porque así será de ahora en adelante. Cada lunes y jueves tendrán ustedes a su alcance un nuevo material de mi autoría.
Agradezco al director en jefe de nuestra casa editorial Medios ObSon por la oportunidad que me brinda de acercarme a ustedes a través de mi columna, misma que cumplió cuatro años exactos a inicios de este diciembre. Ciao.