Miguel Ángel Vega C
¿QUÉ NOS DEPARA EL 2025? ¡FELIZ AÑO!
De acuerdo a los pronósticos de los que saben y opinan sin apasionamientos, ni interés alguno de quedar bien con alguien, el 2025 será un año difícil para los mexicanos, porque aunque sí le vemos ganas de hacer bien las cosas a la presidenta, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, es demasiado el desastre que le dejó su antecesor ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, en muchos rubros como para que lo arregle en seis años. Y una gran verdad es que tampoco AMLO agarró muy bien las cosas en el 2018 que digamos, por los desastres y saqueos que cometieron los gobiernos anteriores, pero él en lugar de buscarle solución a muchos de los problemas que ya venían, lo empeoró y con mucho. Y no vayamos muy lejos, el caso de la inseguridad, que nos dimos cuenta que empezó a fallarle feo al país desde que asumió esa actitud favorecedora al crimen organizado y la aplicación de su política de “abrazos no balazos” que fue un rotundo fracaso y una de las fallas más dolorosas por tanto derramamiento de sangre, en tanto él aseguraba desde su conferencia mañanera que ya no había masacres y que los homicidios iban a la baja, cuando el crimen organizado caminaba a pasos agigantados apoderándose de al menos el 40 por ciento del territorio nacional. La verdad es que tenemos fe en que OMAR GARCÍA HARFUCH, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, por lo menos alivie un poco esto del derramamiento de sangre que es todos los días. Y claro, ha tenido sus aciertos en el trabajo que ha realizado, pero mientras no aplique mano dura metiendo a la cárcel a gobernadores corruptos y coludidos con el crimen como RUBÉN ROCHA MOYA, de Sinaloa; AMÉRICO VILLARREAL de Tamaulipas, entre otros, las cosas no van a caminar rumbo a la solución. Escuchábamos a unos expertos y nos parece razonable, darle el beneficio de la duda durante un año a Claudia Sheinbaum, para que empiece a dar resultados o de plano demuestre que también se coludió con el crimen y le hará daño al país igual que su antecesor. Otro punto muy doloroso, es el haber destruido el sistema de salud, porque en las clínicas del gobierno como el IMSS, IMSS Bienestar o los hospitales generales, es una verdadera tragedia buscar servicio médico, porque carecen de doctores y medicinas como nunca se había carecido, quedando a muchos años luz aquella promesa cínica de AMLO de llevarlos a un nivel mejor que Dinamarca. Dios que le perdone, tanta falsedad, mentira y engaño. Y todo porque el señor López Obrador, descuidó ese rubro, para meterle miles de millones de pesos a las obras faraónicas que no sirven para nada, como la Refinería Dos Bocas, que la han inaugurado dos veces y no ha refinado un méndigo litro de gasolina; como el Aeropuerto Santa Lucía, que costó un dineral y se lleva solo, comprando premios caros para buscar la forma de cambiar la pésima imagen que tiene. O como el Tren Maya que dijo “El Tartufo” que originalmente costaría 156 mil millones de pesos y actualmente le llevan metidos más de 500 mil millones, pero todavía más, en el 2025 en lugar de destinarlos a salud, educación o seguridad, todavía le vamos a meter otros 40 mil millones de pesos más, como tirarlos al cesto de la basura, en tanto en los hospitales no hay médicos ni medicinas, camas, los baños están hechos pedazos y el que quiera entrar tiene que llevar papel porque no hay con qué limpiarse. Es histórico este abandono en salud la verdad. Y le decimos que es doloroso porque mucha gente muere en el proceso de hospitalización por la deficiencia de atención que proporcionan y los propios doctores nos dicen que no les dan con qué atender a sus pacientes. En el combate a la corrupción, ojalá que Sheinbaum sí actúe contra los ratas de la 4T y no haga lo de su antecesor López Obrador, con el caso de IGNACIO OVALLE, que se robó 15 mil millones de pesos y en lugar de mandarlo al bote, lo convirtió en subsecretario de Gobernación para protegerlo en un acto de los mas “cochinos” que hizo AMLO en su sexenio. O el caso de FRANCISCO GARDUÑO, titular del Instituto Nacional de Migración, que mantuvo protegiendo en el cargo al que ni siquiera renunció cuando se quemaron los 40 migrantes en un centro de retención en Chihuahua, como si hubieran sido cucarachas las que murieron. Y como los casos de muchos más corruptos que protegió a AMLO. En cuanto a economía las cosas tampoco no pintan muy bonito porque para empezar entrando el año tendremos el aumento en los impuestos como el IEPS y el incremento a la gasolina, que se convierte en un detonante para que aumenten todos los productos de la canasta básica, toda vez que se mueven con el uso de combustibles en el transporte que los distribuye a todos los rincones del país. Contaremos con un presupuesto de 9.3 billones de pesos, el cual ya está comprometido en 67 por ciento, en programas sociales compra conciencias y el pago de la deuda que la aumentó AMLO en dos billones, aquel hipócrita que dijo que todo lo haría sin deuda. Y los brutos que le creyeron y le siguen creyendo. Por otra parte, nos espera un año, en el que aterrizará una Reforma Judicial, hecha con las patas, al calor del rencor y el coraje de López Obrador, en contra de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ, que no se dejó doblegar por el presidente enfermizo que nos tocó padecer. Desgraciadamente, coincidimos con los expertos, en que esa reforma no sirve porque no abarca desde las policías y las fiscalías del poder ejecutivo, donde la corrupción está a todo lo que da. Entonces de qué va a servir reformar el trabajo de los juzgadores, si el informe que provenga de las fiscalías vendrá viciado e impregnado de corrupción de los ministerios públicos y policías que no dejan títere con cabeza en cuanto a eso de las “mordidas” o “mochadas”. Pero, además, esa idea burra de elegir por la vía popular a jueces, magistrados y ministros, es lo peor que le pueda pasar a la impartición de justicia de un país, que en ninguna parte del mundo ha servido. Pero, aquí lo que vemos es que nadie en su momento se animó ni se animan a levantarle la voz al perverso del expresidente López Obrador, para que no cometiera y siga cometiendo atrocidades de ese nivel con nuestro sistema de procuración e impartición de justicia. Todos los miembros de la 4T, con muy honrosas excepciones, no se animaron a decirle sus verdades al peor presidente que ha tenido México. Incluso actualmente es necesario que la propia presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, le pegue un manotazo a la mesa y se despegue de la dependencia del expresidente que sin duda sigue dando órdenes desde Palenque. Ya es hora que la presidenta imponga su propia autoridad y no le siga el rollo a un desquiciado como AMLO. Por cierto, en el 2025 podríamos ver algunas cosas fuertes en cuanto tome posesión el presidente de Estados Unidos, DONALD TRUMP, y especialmente le hablamos de López Obrador, que sabe perfectamente todos los acuerdos que hizo con el crimen organizado y que seguramente ISMAEL “EL MAYO” ZAMBADA GARCÍA, los ha vomitado todos ante las autoridades gringas, por lo que si alguien no duerme las noches completas es el señor López Obrador, porque se sabe con la conciencia demasiado sucia y con alguien que lo empinó lindo y bonito en el vecino país. ¡FELIZ AÑO A TODOS!