Gilberto Ruiz Razo

PRIMEROS. Por cuestión de tiempo, Tomateros se convirtió, anoche, en el primer semifinalista al conseguir su cuarta victoria, en apenas cinco juegos, sobre un diezmado Venados de Mazatlán que, alcanzó a meter las manos muy débilmente sacando una sola victoria ante un poderoso equipo guinda que conforme avanza, va a encontrar adversarios más fuertes. Aun así, es candidato al título.

SEGUNDOS. Otros que no sufrieron muchos, fueron los Charros de Jalisco que, también en cinco juegos, dejaron fuera a los Caballeros Águilas que querían el título por ser sedes de la próxima Serie del Caribe. La tropa de Benjamín Gil, al igual que los comandados por Roberto Vizcarra, tendrán que esperar a que en otros frentes resuelvan. Tal vez sea mañana mismo (miércoles).

DELANTERA. Viniendo de atrás, Algodoneros se puso al frente al ligar triunfos sobre un  crecido Cañeros de Los Mochis que tendrá que reaccionar en su estadio para tratar de igualar y avanzar. Tendría que ganar los dos juegos en su patio. Algodoneros, con una victoria que consigan, estarían en semifinales. La moneda está en el aire, hagan sus apuestas señores.

TAMBIÉN. Otros que toman delantera, pero que a partir del miércoles juegan de locales, son los actuales campeones Naranjeros de Hermosillo que entre domingo y lunes, tuvieron sensacionales regresos en las postrimerías de los dos juegos, para primero empatar, y en entradas extras, sellar, en forma sensacional, los dos juegos sacados a base de toletazos.

COOPERANDO. Claro que se pondera a bateadores de la talla de Isaac Paredes y Luis González, sin embargo, creemos que el timonel de Yaquis cooperó para la reacción del lunes, al hacerse “bolas” con su pitcheo de relevo “quemando”   a dos relevistas que se veían muy fuertes y controlados. No, no eran lo indicado y nos referimos a Felipe González y a Edwin Fierro que tuvieron una presentación breve, más Fierro con apenas un bateador. Con el maquiavélico plan de dejarle octava y novena al cansado cerrador.

LA CARGA. Desde que se empezó a utilizar a Samuel Zazueta con una carga de trabajo que podría hacer solamente en una ocasión, no pocos se mostraron extrañados al ver eso y cuestionaban hasta dónde iba a llegar una carga de esa naturaleza. La respuesta no tardó en llegar. El zurdo no es de un brazo fuerte, responde constantemente, pero si lo llevan mal, no puede responder.

FALTÓ. También con anticipación se supo la ausencia de un verdadero cerrador, en Yaquis. Y es que eso se pedía desde el mismo inicio de temporada. Trajeron a brazos que de antemano se sabía no iban a responder. Pero insistieron en el zurdo del ejido “El Portón” y allí estuvo la falla. Y Paredes, González y compañía, aprovecharon la situación y le dieron la vuelta a la tortilla.

APENAS. Yaquis está, ahora, en situación muy complicada, más no imposible. Irá con la obligación de sacar los dos juegos en Hermosillo y para colmo de visitante. Se les presentó ganar y avanzar jugando en su casa, y cuando parecía que aprovechaban la situación, llegó lo ya comentado. Lo voluntarioso no se le escatima a Zazueta, pero para encarar a un bateador de la talla de Paredes, se necesita una recta de 95 millas o más. Y no pasarla por el mero centro.

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