Fabiola Navarro. M/O
Comer alimentos en la calle forma parte de la cultura de las y los cajemenses, que disfrutan de la amplia gama gastronómica que ofrece la ciudad, como tacos, “dogos” y otras delicias.
Sin embargo, consumir alimentos en la vía pública puede tener repercusiones en la salud, debido a que la comida está expuesta a la contaminación que hay en el aire, sobre todo, si junto los puestos ambulantes hay fugas de aguas por drenajes colapsados.
“Desgraciadamente eso ha ocasionado problemas de salud serios, como hepatitis B, cuando de alguna manera hemos visto desgraciadamente existen a los alrededores del área urbana muchos drenajes colapsados que afloran las aguas negras y eso ocasiona que si un enfermo tiene hepatitis las excretas afloran a la superficie y al momento que la presión de las aguas negras bajan y se secan, el polvo que levanta puede contaminar alimentos”, explicó el médico Teodoro Bojórquez Durán.
Dejó claro que, las y los vendedores de alimentos se ganan la vida de manera honesta y no es culpa de ellos la situación que se vive en torno al derramamiento de aguas de drenaje; sin embargo, pudieran buscar moverse unos metros para evitar se contaminen sus productos.