Óscar Félix / MO

En diciembre del año pasado, Fátima, enfrentó otra dura prueba de salud al sufrir un infarto cerebral.

A pesar del desafío que representa esta situación, su padre, Esteban Espinoza, expresó su asombro por la rápida y positiva recuperación de su hija.

“Es increíble cómo se ha venido recuperando, Fátima se encuentra de maravilla”, afirmó Esteban, destacando el optimismo que han experimentado como familia.

La pequeña ha estado sometiéndose a diversas terapias físicas y de lenguaje, las cuales son fundamentales en su proceso de rehabilitación.

Los médicos que supervisan su evolución han otorgado una gran esperanza a la familia, afirmando que Fátima tiene un 98% de probabilidades de rehabilitarse.

Este porcentaje alienta a Esteban, quien ve en su hija una fuerza y un espíritu indomable.

“Fátima es muy inquieta y feliz de la vida”, añadió, reflejando la luz que irradia a pesar de las circunstancias.

Sin embargo, el camino hacia la recuperación no ha estado exento de retos. Los costos de las terapias son elevados y, para seguir adelante, la familia ha implementado actividades como la venta de frijoles.

Este esfuerzo no solo les ayuda financieramente, sino que también permite que Fátima permanezca activa y comprometida con su recuperación.

Además, la menor continúa asistiendo a citas clínicas en Hermosillo, lo que subraya la dedicación y el amor de su familia en este proceso a pesar de las dificultades, la historia de Fátima se convierte en un testimonio de esperanza, determinación y unidad familiar ante la adversidad.

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