Óscar Félix / MO
El amor de Dios se refleja en la vida de todos los santos, pero San Valentín destaca como el patrón de los enamorados.
La Diócesis de Ciudad Obregón destacó que este santo, conocido por su valentía, arriesgó su vida para unir en matrimonio a parejas cristianas durante tiempos de intensa persecución.
Su compromiso con el amor culminó en un sacrificio supremo: el martirio, que simboliza la máxima expresión del amor.

Cada 14 de febrero, el legado de San Valentín perdura, inspirando a millones a celebrar el amor verdadero.
La historia de San Valentín está llena de valentía y devoción. Se dice que, en un contexto donde el matrimonio era prohibido para los jóvenes por orden del emperador Claudio II, Valentín continuó celebrando bodas en secreto.
Esta valiente decisión no solo defendió el amor, sino que también brindó esperanza a aquellos que deseaban unirse en matrimonio a pesar de la adversidad y la opresión.
El culto a San Valentín ha evolucionado a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un símbolo universal del amor romántico. Desde su canonización, su figura ha inspirado numerosas tradiciones y costumbres relacionadas con el amor, como el intercambio de cartas y regalos en su honor.
Este día se ha convertido en una oportunidad para que las personas expresen sus sentimientos y celebren sus relaciones.