Lorenza Sigala / MO
En las inmediaciones del municipio de Cucurpe, a 177 kilómetros del lugar donde los “levantó” un comando armado en El Sauz de Ures, fueron localizados tres jóvenes que eran buscados desde el domingo 9 de marzo.
Fue el 11 de marzo pasado cuando familiares de Óscar Armando, Ángel Gabriel y Ramón Ulises, levantaron la voz en las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) para exigir su localización.
Rosanna, madre de uno de los jóvenes desaparecidos, contó que la tarde del 9 de marzo su hijo y otros dos muchachos se encontraban a las afueras de una vivienda ubicada en el Sauz de Ures a donde arribó un vehículo tipo pickup, color negro, doble cabina, en el que viajaban al menos tres personas fuertemente armadas que los encañonaron y subieron a la fuerza a la unidad.
Tras ese momento las familias de inmediato buscaron apoyo de las autoridades sin encontrarlo, debido a ello, organizaron el día martes 11 de marzo una marcha por la paz de Ures, a la que presuntamente acudirían los integrantes de la Mesa de Seguridad, mismos que dejaron plantadas a las victimas colaterales de la desaparición.
Al día siguiente de la marcha, el miércoles 12 de marzo se vieron en el pequeño municipio del inicio de la ruta de la sierra de Sonora un equipo de la FGJE quienes realizaron cateos en un hotel del lugar, logrando la aprehensión de una mujer. Asimismo, el día jueves 13 se realizaron operativos por los alrededores, específicamente en la localidad de Guadalupe de Ures.
Finalmente, el día sábado 15 de marzo, los jóvenes se comunicaron con su familia a través de una llamada celular y les solicitaron acudieran por ellos en las inmediaciones de Cucurpe. Al parecer habían escapado de sus captores.
La familia por temor a que fuese una trampa, solicitaron apoyo a los elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), mismos que los escoltaron hasta el lugar donde se localizó a los tres jóvenes.
Allá los encontraron con huellas de violencia extrema en sus cuerpos, maniatados y con lesiones diversas. Así, fueron llevados a las celdas de la AMIC por más de 10 horas y se les privó de contacto con la familia.
Hasta ese momento los muchachos habían sido movilizados por varias rancherías, a través de caminos de tierra y brechas hasta llegar a Cucurpe, todo ese tiempo estuvieron maniatados, encintados de cuerpo y rostro y fueron torturados por sus captores en cada rincón de su cuerpo.
Finalmente AMIC entregó a los jóvenes a la FGR bajo la acusación de portar armamento exclusivo del ejército, sin tomar en cuenta las circunstancias de las víctimas.
Por su parte Jorge Gabriel Marmolejo duelo de la firma legal neolonesa MR que trae el litigio de los jóvenes manifestó que lo ocurrido es una injusticia pues pasan de victimas a victimarios, siendo revictimizados por las autoridades.
Asimismo señaló con la reserva del caso se les realiza el señalamiento por la autoridad federal aún y cuando fueron agentes ministeriales al rescate de ellos, por ello, señaló el parcial y mal proceder del Fiscal General de Sonora, Gustavo Rómulo Salas y las violaciones al debido proceso de los jóvenes que fueron sometidos a irregularidades durante las detenciones.
Finalmente, sin abundar, Marmolejo Ruiz señaló que se encuentran en espera de una nueva audiencia para que el juez determine la situación legal de los muchachos.