Martín Mendoza / MO
Acusado de privar de la libertad a una pareja de adultos mayores en complicidad con sujeto que huyó, un individuo fue detenido y turnado al Ministerio Público.
El presunto delincuente es Ángel Alberto G. M., de 17 años y con domicilio en el fraccionamiento Las Misiones.
Al momento de ser arrestado se le aseguró una pistola escuadra, calibre 9 milímetros con “tiro montado” y otro más en el cargador.
El otro individuo huyó llevándose una vagoneta RAV4, marca Toyota, modelo 2025 y de color guinda, propiedad del matrimonio afectado.
Se estableció que todo inició poco antes de las 19:00 horas del martes, en calle Florencia y Holanda, en colonia Villafontana.
Momentos después de que arribaran los ofendidos, deduciéndose que los tipos ya estaban al acecho.
Fue en los momentos en que los afectados ambos de 65 años, cerraban el portón de la cochera de su casa, cuando llegaron los intrusos portando pistolas.
Tras amenazarlos los encerraron en una recámara y mientras el tipo se llevó la camioneta RAV4 para huir a bordo de la misma, el ahora detenido se dio a la tarea de atarlos de pies y manos.
Igualmente los amordazó con trozos de tela para evitar que pidieran ayuda a gritos a los vecinos.
Sin embargo, uno de ellos al notar la presencia de los desconocidos dentro de la casa decidió llamar al 911 para reportar su extraña aparición.
Al llegar agentes policiacos, ya había huido el sujeto en la vagoneta robada y las puertas de la casa estaban abiertas.
El reportante dijo haber escuchado los gritos de auxilio que lanzó la señora desde el interior de la habitación donde fueron metidos a empellones y a punta de pistola por el sujeto que se quedó con ellos.
Aprovechando que la puerta estaba abierta, se introdujeron los uniformados y al gritar con voz fuerte que son policías, se escuchó la voz de la mujer que pedía ayuda.
Al entrar a la habitación hallaron a la pareja de adultos maniatados y junto con ellos el ahora detenido que igualmente estaba recostado sobre una cama y trató de despistar a los policías al decir que los tenían secuestrados.
Pero el adulto mayor mediante exaltadas señas le decía al policía que el tipo era uno de los delincuentes y que él los había amarrado.
Por lo que de inmediato uno de los agentes se encargó de someterlo y abajo de su pierna derecha localizó el arma de fuego que portaba.
Después de liberar a los perjudicados de las ataduras, confesaron lo que había sucedido.
Luego de esto, el ahora imputado fue llevado inicialmente a la Jefatura de Policía y Tránsito, donde fue certificado por el médico de guardia e ingresado al Registro Nacional de Detenciones.
