Por Lorenza Sigala
Hermosillo, Sonora; julio de 2025.- Pese a ser una de las enfermedades infecciosas más letales en el estado y a los “reiterados compromisos de control” por parte de la Secretaría de Salud, la fiebre manchada causada por Rickettsia rickettsii mantiene a Sonora como líder nacional en casos y muertes desde 2022 a la fecha.

Durante la gestión del secretario de Salud, José Luis Alomía Zegarra, quien asumió el cargo en 2021, los números oficiales reflejan un panorama preocupante:

  • Casos sospechosos acumulados (2022–2025): 3 mil 016
    • Casos confirmados: 535
    • Defunciones: 248
    • Letalidad promedio: 46.25%

Estos datos colocan a Sonora como el estado con la mayor incidencia y letalidad por esta enfermedad transmitida por garrapatas, superando con creces la media nacional.

Comparativa anual: sin freno claro a la enfermedad

En 2022, el primer año completo de Alomía al frente de la Secretaría, se confirmaron 178 casos y 89 defunciones, casi el doble de los reportados en 2021, durante la última etapa de la administración de Claudia Pavlovich, cuando se documentaron 145 casos y 40 defunciones.

La tendencia se mantuvo con altibajos:
• 2023: 122 casos confirmados, 66 defunciones
• 2024: 176 confirmados, 65 muertes
• 2025 (hasta julio): 47 confirmados, 20 defunciones

A pesar de algunos descensos interanuales, la tasa de letalidad no ha bajado sustancialmente y la enfermedad sigue presente en al menos 19 municipios, incluyendo Hermosillo, Cajeme, Navojoa, Guaymas, Caborca, Magdalena de Kino, Puerto Peñasco y Álamos.

Municipios con mayor impacto

• Hermosillo ha sido el epicentro: en 2022 registró 104 casos y 50 muertes, con una letalidad del 48%.
• En 2023 y 2024, la enfermedad se expandió a nuevos municipios, como San Ignacio Río Muerto, San Luis Río Colorado, Bácum y Benito Juárez.
• Las víctimas más frecuentes son personas sin comorbilidades previas, lo que evidencia la alta virulencia de la bacteria.

Cuestionamientos a la estrategia estatal

Aunque el secretario Alomía ha enfatizado acciones de prevención como descacharre, control del vector y educación sanitaria, los resultados cuantitativos plantean dudas sobre la efectividad de la estrategia general.

Además, la vigilancia epidemiológica ha tenido deficiencias en la detección oportuna, y los diagnósticos tardíos continúan contribuyendo a la alta letalidad.

En cifras:

  • La letalidad promedio en Sonora (2022–2025) es del 46.25%, mientras que la incidencia es de 3.84 por cada 100 mil habitantes.
  • Asimismo, en los documentos oficiales no se indica la letalidad nacional de los años 2022 y 2023, empero en los dos siguientes son del 29 y 27%.
  • La incidencia estatal en años clave ha sido de hasta 17 veces más que la media del país (.275) en promedio.

Una enfermedad prevenible que sigue matando

La misma Secretaría de Salud ha advertido que la fiebre manchada puede ser controlada con medidas básicas, como el cuidado de mascotas, tratamiento temprano y control del entorno. Sin embargo, la persistencia de condiciones socioeconómicas vulnerables y una respuesta institucional parcial explican en gran parte la situación actual.

A cuatro años de haber asumido la titularidad de la Secretaría de Salud, el reto de frenar esta enfermedad queda pendiente en la gestión de Alomía, quien llegó con experiencia epidemiológica nacional, pero deja un historial con cifras que no logran revertir la crisis de salud pública que representa la rickettsiosis en Sonora.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *