Óscar Félix / MO
La temporada de verano ha golpeado duramente a los productores de leche en el Valle del Yaqui, con una disminución considerable en la producción de leche de vaca en los establos.
Esta baja, que se presenta de manera cíclica cada año durante los meses julio, agosto y septiembre, está generando preocupación entre los lecheros de la región, ya que se traduce directamente en una caída significativa de sus ganancias.
Según informaron voceros de diversos establos, el ganado bovino resiente las altas temperaturas, el estrés por calor afecta directamente su metabolismo, lo que se refleja en una menor ingesta de alimento y, consecuentemente, en una reducción de la producción láctea por animal.
“Es una situación que enfrentamos cada verano”, comentó un productor local.
Las vacas producen menos leche, y aunque intentamos mitigar el impacto con sistemas de enfriamiento y horarios de alimentación especiales, la baja es inevitable. Esto nos obliga a estirar al máximo nuestros recursos para mantener la operación, concluyó.


