Milton Martínez
Denle más puestos a Pavlovich, por favor
El gobierno federal no entiende que no entiende. Ahora premió a la exgobernadora Claudia Artemiza Plavovich Arellano como embajadora de México en Panamá.
Pavlovich despachó como cónsul mexicana en Barcelona y la propuesta de darle un ascenso como embajadora fue aprobada este miércoles en comisiones del Senado de la República. En caso de que la Cámara Alta mexicano no avale la propuesta de su cambio a Latinoamérica, ella seguirá en su encargo en España.
La propuesta de darle un mejor empleo a Pavlovich nació de la inquietud de la propia sonorense quien sentía que ya estaba muy lejos de la tierra que la vio nacer y la presidenta Claudia Sheinbaum le concedió el milagrito.
¿Qué hizo Claudia Artemiza Pavlovich Arellano para merecer tantas canonjías de parte de los gobiernos morenistas? Es La Siguiente Pregunta.
Desde la perspectiva de este quien les escribe, se ganó la protección morenista y el consulado en Barcelona luego de diseñar una treta para una tersa transición democrática en Sonora, es decir, el PRI cedió la estafeta a Morena en 2021.
Esa tersa transición democrática incluyó la traición de Pavlovich al partido y por consiguiente el nulo apoyo al candidato tricolor, Ernesto Borrego Gándara.
Si bien Morena tenía amplias posibilidades de victoria en 2021 también se aseguró de contar con el respaldo de la gobernadora saliente y ahora -más que nunca- tiene sentido lo que ella pronunció desde su primer discurso, que su preocupación estaba en su séptimo año de gobierno, a manera de que haría bien las cosas en su sexenio para evitar las críticas la dejar el gobierno sonorense.
Pero con esas alianzas morenistas que hizo al final de su gestión, no solo tuvo en cómodo séptimo año, sino que al undécimo año sigue cobrando sus cheques diplomáticos en euros, y si el Senado aprueba su embajada en Panamá, Pavlovich asegurará su confort hasta el décimo séptimo año.
Serán 17 años de amaños políticos y salarios libres de polvo y paja.
Mientras descubrimos qué hizo para llevar ese cómodo tren de vida, les dejo un resumen de su cuestionable actividad política.
El 12 de agosto de 2009, a un mes de dejar su cargo como diputada local sonorense, Claudia Pavlovich extendió una carta de alta solvencia moral y honorabilidad, en favor de la prima hermana de la senadora Lilly Téllez, que lleva por nombre Sandra Lucía Téllez Nieves, una de las propietarias de la guardería ABC, donde 49 niños perdieron y más de 106 resultaron con lesiones graves de por vida.
Sí. Pavlovich metió las manos al fuego, pero no a aquella estancia infantil siniestrada, sino a los juzgados y a la opinión pública para defender a aquella mujer, quien hace unos días fue detenida por la Interpol en Estados Unidos
Este es un extracto de la carta:
«Por este conducto me permito hacer constar que conozco personalmente a la C. Sandra Lucía Téllez Nieves y no tengo inconveniente en ‘recomendarla ampliamente’ ya que en el concepto de su desenvolvimiento ‘invariablemente’ ha sido de ‘honorabilidad’ en nuestra comunidad.
«Es por lo anterior que no tengo ‘inconveniente’ en extender la presente carta recomendando de la manera más amplia a la C. Sandra Lucía Téllez Nieves.
«Atentamente, Claudia Pavlovich».
Paradójicamente, esta carta de recomendación no fue el hoyo que habría sido su tumba política sino su plataforma de despegue para sus logros personales.
La exgobernadora fue acusada de participar en la «Operación Safiro», una trama política sobre el desvío de 650 millones de pesos para financiar campañas electorales del PRI, junto a los exgobernadores Javier Duarte, de Veracruz y César Duarte, de Chihuahua, ambos en la cárcel por actos de corrupción.
El gobierno de Pavlovich también participó en la trampa financiera llamada «Estafa Maestra». La televisora oficial sonorense, Telemax, fue encontrada para contratar empresas «fachada» y «fantasmas» para desviar 271.9 millones por orden de la entonces titular de Sedatu, Rosario Robles.
Y a fin de ejemplificar la estridencia criminal durante el sexenio de Pavlovich, Medios Obson realizó un recuento de 2009 a 2015.
La mandataria sonorense dejó para su expediente gubernamental 6 mil 775 ejecuciones. Esta última cantidad se desprende de los informes mensuales, de víctimas de homicidios, presentados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De septiembre a diciembre de 2015, el primer trimestre de la entonces gobernadora, sumó 171 ejecuciones. Para 2016, con su jefatura en pleno, la suma de muertes violentas fue de 630.
En 2017 continúo el mortal ascenso cuando se reportaron 727 homicidios dolosos y el siguiente año, el 2018, tuvo 857 de estos crímenes.
El 2019 abrió una puerta que tal vez no se pueda cerrar. Ese año se tuvo por primera vez en la historia moderna más de mil ejecuciones. El número fue de 1,356 víctimas.
Después ya no hubo tregua. El 2020 cerró con 1,356 homicidios y hasta septiembre de 2021, la cantidad fue de 1,450 muertes violentas.
No tiene ningún sentido su nombramiento como embajadora. El gobierno federal no entiende que no entiende.


