Lorenza Sigala / MO
El gobernador Alfonso Durazo Montaño refrendó el compromiso de su administración para proteger a las niñas y niños sonorenses de la violencia sexual, al anunciar el inicio de la primera campaña estatal de prevención en formato de dibujos animados.
Durante el acto de presentación, destacó que este esfuerzo no sólo representa un recurso pedagógico, sino “una llave para abrir conversaciones que salvan vidas”.
“En Sonora, nuestra niñez no se toca, no se calla y no se queda sola.
Proteger a un niño o niña de la violencia sexual es proteger a nuestra sociedad. Un daño en la infancia deja cicatrices para toda la vida y por eso no podemos permitirnos ni un caso más. Hablar de estos temas no es incómodo, incómodo es vivir con las consecuencias del silencio.
El silencio es el mejor aliado de los agresores, lo vamos a romper con firmeza y acciones concretas. Romperlo es un acto de amor y de justicia hacia quienes confían en nosotros para cuidarnos.”, aseveró.
Durazo agradeció la colaboración de instituciones educativas, representantes del Congreso del Estado y organizaciones civiles que impulsan esta iniciativa, subrayando que la niñez sonorense no puede quedar sola ante este flagelo.
“Proteger a un niño o niña de la violencia sexual es proteger a nuestra sociedad. Un daño en la infancia deja cicatrices para toda la vida, por eso no podemos permitirnos ni un caso más”, afirmó.
El mandatario estatal llamó a romper con el silencio que suele rodear este tipo de delitos, al considerarlo “el mejor aliado de los agresores”. Señaló que hablar del tema no debe ser visto como algo incómodo, sino como un deber social.
“Romperlo es un acto de amor y de justicia hacia quienes confían en nosotros para cuidarlos. El abuso sexual infantil no es un problema privado, es un crimen contra las infancias y una derrota para la sociedad”, puntualizó.
La campaña utilizará personajes infantiles y materiales gráficos para transmitir mensajes de autocuidado y prevención, con frases que reafirman el derecho de las niñas y niños a decir “no” y a confiar en que serán escuchados.
Durazo reiteró que este esfuerzo requiere de la participación de madres, padres, docentes, vecinos y autoridades para detectar señales de riesgo y actuar con firmeza. “Cuidar de nuestra niñez no es un acto moral, es cumplir el mandato más sagrado de una sociedad”, concluyó.


