Dayan Lagarda

EL TIEMPO

La agricultura en el sur de Sonora atraviesa una crisis que amenaza con su desaparición, derivada de tres factores principales, una sequía prolongada de casi una década, precios de los granos por debajo del costo de producción y la falta de acceso a financiamiento.

Omar Guillén, secretario de la Alianza Campesina del Noreste (Alcano), explicó que la presa de la región tiene una capacidad de almacenamiento de 7 mil millones de metros cúbicos, pero actualmente apenas conserva poco más de mil 200 millones y se requieren al menos 2 mil 800 millones de metros cúbicos, lo que hace inviable la siembra en el Valle del Yaqui.

Dijo que incluso en un escenario optimista, en el que se pudiera sembrar el 50% de la superficie disponible, los números no cuadran, dado a que el precio del trigo oscila entre 4 mil 500 y 4 mil 700 pesos por tonelada, cuando los costos de producción superan los 5 mil 500 pesos.

El representante de Alcano comentó que la falta de rentabilidad convierte la actividad en insostenible, mientras tanto, México continúa importando más de un millón de toneladas de trigo para abastecer el mercado nacional, mientras el llamado ‘granero de México’ permanece improductivo.

Agregó que el tercer factor que agudiza la crisis es la ausencia de crédito, pues la banca comercial y la Financiera Rural han cerrado la puerta al sector, bajo el argumento de que no es rentable, lo que obliga a muchos productores sociales a vender sus tierras, empeñar maquinaria o migrar junto a sus familias.

Guillén advirtió que, de no reanudarse la siembra, se dejarán de inyectar más de 12 mil millones de pesos a la economía regional, lo que generará el cierre de negocios y una crisis social aún mayor.

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