Milton Martínez Estrada/MO

Septiembre: Mes de informes e inconformes

A mí manera de ver las cosas, septiembre es el mes de informes pero también de los inconformes porque los discursos gubernamentales se vuelven palabrería si los resultados de los que se hablan no están al alcance de la simple vista.

Pongamos de ejemplo la Seguridad Pública. Si se habla de importantes avances en este rubro lo menos que podría esperarse es que los ciudadanos perciban esas mejoras.

O si se presume de infraestructura y vialidades, el camino a casa de todos debiese estar sin bache alguno para que lo informado corresponda a lo observado.

Justo esto último es lo que más pesa sobre los informes de las autoridades: La correspondencia, la incongruencia o la inconsistencia.

Y que este escrito no se tome como un acto de anarquía sino de renovación en el quehacer político, porque la larguísima palabrería de los informes es anacrónica.

No hace mucho les escribía a ustedes, mis fieles lectores, que cuando las autoridades hablan del México del futuro, se olvidan del México del presente, sin analizar el México del pasado que nos ayude a evitar los mismos errores.

Mientras las autoridades discuten sobre semiconductores y plantas fotovoltaicas, hay drenajes que cumplen años supurando porquería en las principales calles de nuestras ciudades sonorenses.

Lo mismo es posible advertir cuando se anuncia la atracción de inversionistas internacionales y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ni siquiera tiene subestaciones con la energía eléctrica para cumplir con las necesidades industriales requeridas.

Y no hay que irnos tan lejos: La CFE compromete toda su capacidad para ofrecer un servicio muy por debajo de lo eficiente. Ahí tenemos los apagones en todo el Estado.

Lo mismo el Instituto Mexicano del Seguridad Social (IMSS) donde la atención médica que ofrecen es buena, en muy pocos casos. A esto me refiero cuando escribo que los informes chocan con los inconformes.

El más reciente de los casos es el mal llamado Programa Nacional de Vivienda, con el cual las autoridades están muy complacidas, y a ojos de todos son unas inhumanas “pichoneras” las que se pretenden construir para darles hogar a tantos desprotegidos.

¿A cuántos de ustedes sus padres les dijeron: Si van a hacer algo, háganlo bien?. A muchos, creo yo. Menos a nuestras autoridades, también lo creo.

Así no… Las autoridades deben replantearse todo o sus informes seguirán vacíos, intrascendentes e insustanciales.

Urge atención visible a la seguridad pública y que esto se entienda como un diagnóstico real de cómo se encuentra nuestro país, estados y municipios, para saber con certeza lo que está pasando y cómo protegernos.

También requiere una reestructuración del sistema educativo en el que los mexicanos sean educados para la vida y el bienestar y no para los grandes corporativos que solo necesitan “hombre-herramientas”.

Los gobernantes deben romper el molde obsoleto de ofrecer honestidad, porque están obligados legalmente a ella. Prometen compromiso social y eso no debe ser un extra, sino una cualidad inherente a su labor.

Se comprometen en ser gestores para el beneficio de la sociedad y esto no es nada del otro mundo porque sus habilidades políticas se lo exigen.

Insisto, las cualidades obvias de los gobernantes se promocionan como logros de gobiernos. Así como  las empresas que bonifican la puntualidad, pero ésta es una obligación del trabajador.

Falta atención médica y si la pedimos de calidad debiera ser pleonasmo. Si la atención médica no es de calidad entonces no es atención médica.

Lo mismo cuando pedimos mejores calles en nuestras ciudades, si los ciudadanos las tenemos que pedir, entonces no sabemos qué hacen nuestras autoridades

En fin, ya veremos qué informan nuestros gobernantes.

¿Y ustedes son de los que están a favor de los informes o son parte de los inconformes? Es La Siguiente Pregunta.

Si el destino periodístico nos lo permite, les volveré a escribir el jueves próximo. Y seguiremos el profundo análisis de la política sonorense. Gracias por la lectura. Nos reencontraremos cuando usted tenga a su alcance La Siguiente Pregunta. Tengan la bondad de ser felices. 

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