Lorenza Sigala/MO

Lo que alguna vez fue motivo de fuerte controversia entre trabajadores y autoridades por el tipo de vivienda ofrecida, comienza a transformarse en una historia de mejora y conciliación.

El proyecto conocido popularmente como “las favelas” por su diseño vertical de alta densidad de Infonavit, fue modificado gracias a la presión de organizaciones laborales, principalmente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Sonora.

Según informó Javier Villarreal Gámez, Secretario General de la CTM en la entidad, la propuesta original consistía en la construcción de edificios de cuatro pisos en las inmediaciones de la colonia Altares. Sin embargo, tras un proceso de negociación y diálogo, se logró reducir la altura a tres niveles y reubicar el conjunto habitacional en un terreno contiguo de cinco hectáreas donado por el Gobierno del Estado. “Este nuevo terreno permitirá contar con más áreas verdes, espacios recreativos y estacionamientos suficientes, todo bajo un esquema que garantice convivencia armónica entre los vecinos”, explicó el líder sindical.

“Buscamos que la vivienda sea digna, de calidad, y que no se convierta en focos de hacinamiento; lo que estamos logrando es mucho más que casas: estamos construyendo comunidades”, destacó Villarreal durante una entrevista reciente.

El nuevo enfoque contempla también la inclusión de reglamentos internos para la vida en condominio, considerando derechos, obligaciones y sanciones para preservar el orden y el bienestar común. Si bien el modelo de vivienda vertical aún es considerado como necesario ante el crecimiento urbano, la CTM continúa impulsando proyectos de vivienda unifamiliar o dúplex en municipios como Puerto Peñasco y Caborca, donde los modelos ya han sido adoptados con éxito.

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