Martín Alberto Mendoza/MO

VOLVIÓ A TEÑIRSE DE ROJO LA ESTADÍSTICA EN CAJEME AL REGISTRARSE SIETE HOMICIDIOS MÁS; SE INSISTE EN DECIR QUE ÍNDICES VAN A LA BAJA, QUE ESTRATEGIAS FUNCIONAN, QUE SE ESTÁN HACIENDO LOS ESFUERZOS; SIN EMBARGO, CON UNA SOLA PERSONA QUE PIERDA LA VIDA POR VIOLENCIA QUE AZOTA AL MUNICIPIO, YA ES DEMASIADO; HAY QUIENES INCUESTIONABLEMENTE NO AÑADEN A LOS CRÍMENES EL CASO DE LAS OSAMENTAS, CUANDO A TODAS LUCES Y DE MANERA INNEGABLE SE TRATA HOMICIDIOS; POCO FALTÓ PARA QUE CIFRA SE ELEVARA A CUATRO DECESOS; ESTO, LUEGO DE QUE DEJARON GRAVEMENTE HERIDO A HOMBRE DENTRO DE UNA IGLESIA EN LA BELTRONES EVIDENCIÁNDOSE QUE NO HAY RESPETO;  MIENTRAS QUE EN LA PIONEROS SI ACABARON CON LA VIDA DE OTRO MASCULINO DENTRO DE VIVIENDA; EL LUGAR ERA UTILIZADO PARA ILÍCITAS ACTIVIDADES; AUTORIDADES ENCONTRARON “CRYSTAL” Y MARIHUANA, ASÍ COMO UNA CUBETA CON “PONCHA LLANTAS”; ESPERABAN NOTABLES CAMBIOS EN LA USSI NORTE CON ARRIBO DE FÉLIX OMAR PADILLA RIVERA, PERO NADA A MEJORADO EN EL ENTORNO; LA ESTRUCTURA INTERNA DE LA POLICÍA MUNICIPAL HA MOSTRADO UN DETERIORO SILENCIOSO PERO PROFUNDO; ES EVIDENTE LA FALTA DE PREPARACIÓN ACADÉMICA Y TÉCNICA ENTRE LLAMADOS MANDOS MEDIOS, COMANDANTES DE UNIDAD, SUBOFICIALES Y TITULARES RESPONSABLES OPERATIVOS; DENTRO DE LA INSTITUCIÓN RECONOCEN QUE EXISTE NOTORIA CARENCIA DE FORMACIÓN PROFESIONAL EN QUIENES OCUPAN CARGOS DE COORDINACIÓN Y MANDO; MUCHOS DE ELLOS ASCENDIERON EN SU MOMENTO POR DECISIÓN POLÍTICA Y NO POR MÉRITO; URGE REGRESAR A LAS AULAS, RETOMAR CAPACITACIÓN CALIFICADA Y REINSTALAR LOS PROCESOS DE ACREDITACIÓN INSTITUCIONAL; SIN FORMACIÓN, SIN ROTACIÓN Y SIN CONTROLES, MANDOS MEDIOS SEGUIRÁN SIENDO PUNTO CIEGO DE LA SEGURIDAD PÚBLICA EN EL MUNICIPIO

EN CAJEME, la estadística volvió a mancharse de rojo. Tres homicidios más se sumaron este martes a las cifras que tanto incomodan a las autoridades y que, sin embargo, se siguen leyendo como simples números en un informe. Se insiste en decir que los índices van a la baja, que las estrategias funcionan, que se están haciendo los esfuerzos. Pero en realidad, con una sola persona que pierda la vida por la violencia que azota al municipio, ya es demasiado. Hay quienes incuestionablemente no añaden a los crímenes el caso de las osamentas, cuando a todas luces y de manera innegable se trata de homicidios. Algunos son localizados oportunamente como sucedió la mañana del martes, en un predio agrícola situado al sur de la Severo Girón, en Providencia. En otros casos, las búsquedas se complican y se vuelven tardías porque no llega la información a tiempo y esto provoca que solo encuentren restos óseos de víctimas como pasó en días anteriores en terrenos ubicados al norte de la Sierra Vista, donde hallaron un cráneo y otras partes esqueléticas que pudieran ser de mujer, esto, de acuerdo a las características de las prendas encontradas en el sitio del hallazgo. El martes fueron tres muertes, pero poco faltó para que la suma ascendiera a cuatro, cuando dejaron malherido a un hombre dentro de una iglesia ubicada en bulevar Las Torres, en colonia Beltrones. Fue identificado como Iván, de 42 años. Sufrió herida de bala en el abdomen. De primer momento, se temía que estuviera sin vida, pero tenía signos vitales y fue llevado a un hospital. Quien de plano si no se salvó fue Luis Gustavo, de 27 años. Lo balearon en una casa utilizada para ilícitas actividades. Muestra de ello es que las autoridades aseguraron dosis de “crystal” y marihuana. Igualmente se encontró una cubeta con los llamados “poncha llantas”. Ya es tiempo que a ese sector del cuadrante dos, envíen un mando realmente capaz y con el genuino deseo y voluntad de cumplir con la tarea de vigilar y prevenir delitos… DESDE la llegada de Félix Omar Padilla Rivera a la Ussi Norte el panorama no ha cambiado nada, después de que fue removido el tercer maestre de Marina, Adalberto Nambo Leyva, precisamente ante la falta de resultados, pero el horizonte no mejoró, al menos como deseaba el comisario de policía, Claudio Cruz Hernández. Sobre esto hay que abundar que, en los últimos años, la estructura interna de la Policía Municipal ha mostrado un deterioro silencioso pero profundo, la falta de preparación académica y técnica entre los llamados mandos medios, comandantes de unidad, suboficiales y responsables operativos, se ha convertido en uno de los principales puntos débiles de la corporación. Fuentes consultadas dentro de la propia institución reconocen que existe una notoria carencia de formación profesional en quienes hoy ocupan cargos de coordinación y mando, pues muchos de ellos ascendieron en su momento por decisión política y no por mérito o competencia, beneficiados durante administraciones municipales pasadas que otorgaron grados y nombramientos sin el debido sustento académico ni operativo como siempre se ha insistido…SÓLO habría que recordar que años atrás, los ascensos en la policía se otorgaban tras un proceso de evaluación y capacitación continua en la Academia de Policía de Ciudad Obregón, institución que, según información extraoficial, habría perdido su acreditación ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) e incluso su incorporación ante la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) del Estado. De confirmarse, esta situación dejaría sin validez formal los programas de formación que históricamente respaldaban la profesionalización policial. Sin la validación oficial, la preparación de nuevos elementos y la actualización de mandos se vuelve prácticamente simbólica, lo que genera un círculo vicioso: mandos improvisados, operativos deficientes y estructuras que terminan siendo más leales a intereses personales que a los principios institucionales. A esta problemática se suma otro factor: la falta de rotación y evaluación periódica en los cargos de mando. Anteriormente, los cambios en comandancias se realizaban cada seis meses, como una medida de control interno para evitar el arraigo indebido y la formación de compromisos que pudieran derivar en prácticas de corrupción o favoritismo. Hoy, esa política ha quedado en el olvido. Mandos que deberían permanecer por períodos breves se perpetúan en los puestos, consolidando relaciones de poder internas y generando compromisos ajenos al interés público…ESTA MISMA práctica, según especialistas en materia de seguridad, se replica en otras corporaciones, como la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), donde jefes de grupo que antes permanecían un año máximo en funciones ahora se mantienen durante años, creando redes de influencia que terminan comprometiendo la imparcialidad y la rendición de cuentas. El resultado, coinciden voces internas, es una estructura policial que se va burocratizando y politizando, alejada del profesionalismo que exige el servicio público de seguridad. Mientras tanto, los elementos mejor preparados o con carrera policial comprobable quedan relegados o abandonan la institución, decepcionados por una estructura que premia la lealtad personal sobre la capacidad. El llamado, desde distintos sectores, es claro: urge regresar a las aulas, retomar la capacitación certificada y reinstalar los procesos de acreditación institucional. Sin formación, sin rotación y sin controles reales, los mandos medios seguirán siendo el punto ciego de la seguridad pública, donde la falta de preparación se convierte, inevitablemente, en la antesala de la impunidad. Se insiste en que al final, no hay mejor policía que la que sabe, entiende y sirve, ni peor error que mantener en el mando a quien no está preparado para dirigir a los demás. El tema aguanta un resto, pero más adelante abundaremos, porque hay mandos que de la nada y por arte magia dejaron sus labores de guardias de seguridad del alcalde en turno para encumbrarse en oficiales segundos y primeros de la policía y ahí los tiene usted como encargados de delegaciones y Comisarías, aunque desconozcan cómo elaborar un Informe Policial Homologado. Lo más cuestionable es que arrastran una estela de corrupción de otros gobiernos como es el caso Raúl Adán Valenzuela Cruz y Ernesto Luzanilla Herrera, y ni modo que éste último diga que es falso cuando el entonces comandante de la Policía Preventiva y hoy jefe de grupo del AMIC, Guillermo Lachica Campoy, lo suspendió como encargado del sector comercial que en ese entonces era. Nadie se explica por qué contándose con probados, honestos y capaces elementos permitieron el regreso a los mandos medios de estos personajes. ¿Por qué? Es la interrogante que se hace la tropa. Síntoma grave, de que las cosas no andan muy bien en la Secretaria de Seguridad Pública. ¿Cómo hablar de honestidad? …HACE ALGUNOS años, Cajeme se estremeció con el asesinato de Abel Murrieta Gutiérrez, candidato a la alcaldía y ex procurador de justicia, ultimado en plena vía pública mientras realizaba campaña. Su muerte representó más que un atentado político: fue una herida abierta en la conciencia colectiva de un municipio que desde entonces no ha vuelto a recuperar la paz. Hoy, con el reciente crimen de la exalcaldesa de Cuauhtémoc, Gabriela Mejía Martínez, en Colima, el país vuelve a enfrentar el mismo escenario de impunidad y descomposición. Los paralelismos son inevitables: servidores públicos y aspirantes que son silenciados, mientras las instituciones se limitan a condenar los hechos sin resultados tangibles. En Ciudad Obregón, el caso de Abel sigue sin justicia plena, aunque el Fiscal del Estado, Gustavo Rómulo Chávez, diga lo contrario. Años después, su nombre continúa siendo símbolo del costo de atreverse a hablar y actuar con firmeza en un entorno donde el crimen y la política aún se cruzan con demasiada facilidad. Su historia no debería ser solo un recuerdo doloroso, sino un llamado urgente a romper con la indiferencia y exigir que las promesas de justicia no sigan archivadas junto a su memoria…ALGUIEN nos comentó que este miércoles se cumplieron 15 años del artero homicidio del hoy ex comandante de la antes llamada Policía Estatal Investigadora, Ramiro Camacho Medina, quien fue privado de la libertad aquí en la colonia Paseo Alameda y luego hallado sin vida cerca de la colonia Jecopaco. Camacho Medina inició su carrera en la Municipal. Sin duda que sus hijos: Ramiro, Juan Alejandro y Rafael Camacho Santiago lo recordaron de manera muy especial. QEPD el inolvidable amigo…Luego seguimos, Dios mediante.

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