Por Lorenza Sigala
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) inició las investigaciones periciales dentro del local comercial Waldo’s, ubicado en la calle Noriega entre Matamoros y Juárez, en el centro de Hermosillo, donde una explosión e incendio ocurridos la tarde del primero de noviembre provocaron la muerte de 23 personas, entre ellas siete niños y una mujer embarazada, además de dejar más de una docena de lesionados.

Desde las primeras horas del 3 de noviembre, personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado, peritos en criminalística, incendios y explosivos, así como elementos de bomberos y Protección Civil, ingresaron al lugar una vez que fue declarado seguro.

Los especialistas realizaron labores de campo, registro fotográfico y levantamiento de indicios para determinar el origen del siniestro y las causas que derivaron en la tragedia.

La directora general de Servicios Periciales, Patricia Orduña Pastrana informó que los trabajos incluyeron la participación de ingenieros eléctricos y expertos en energía, quienes operaron en distintos horarios para evitar sesgos en la investigación.

Los primeros resultados fueron entregados al Ministerio Público para integrarse a la carpeta correspondiente.

Al mismo tiempo, las autoridades confirmaron que algunos de los cuerpos recuperados permanecían sin identificar, por lo que continuaban los trabajos de reconocimiento con apoyo de familiares y personal especializado.

“Los datos recabados en campo se encuentran en proceso; la información se brindará conforme los tiempos lo permitan”, señaló la directora de Servicios Periciales.

En paralelo, se confirmó que las víctimas lesionadas fueron atendidas en distintos hospitales de la capital, y que dos de ellas —una mujer de 20 años y un hombre de 81— permanecían en estado delicado, siendo la joven trasladada a un hospital especializado en quemaduras en el estado de Arizona.

La Comisión Estatal de Atención a Víctimas informó que todas las familias, tanto de los fallecidos como de los lesionados, recibieron acompañamiento psicológico y asesoría legal, además de apoyo económico y logístico para traslados y gestiones médicas.

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