Martín alberto Mendoza Salazar
SINOPSIS DE COMO PADRES ENFRENTAN LAS EXTORSIONES TELEFÓNICAS QUE EN LA MAYORÍA DE LAS OCASIONES SE GESTAN EN RECLUSORIOS; CON TAL DE QUE NO ATENTEN CONTRA SUS HIJOS SUPUESTAMENTE SECUESTRADOS SON DOBLEGADOS Y DESPOJADOS DE TODO LO QIUE TIENEN; LO HACEN MOVIDOS POR EL MIEDO, LA DESESPERACIÓN E IMPOTENCIA; EN LOS PENALES DE LA ENTIDAD, LAS PAREDES NO DETIENEN LAS LLAMADAS; LOS TELÉFONOS ENTRAN COMO ENTRA EL MIEDO: A PLENA LUZ DEL DÍA, CON COMPLICIDAD DEL SILENCIO; REVISIONES SON ESPORÁDICAS, LAS SANCIONES INEXISTENTES, LOS BLOQUEADORES DE SEÑAL SOLO FUNCIONAN EN INFORMES; ADENTRO, ALGUNOS REOS CONTROLAN VERDADERAS REDES CRIMINALES QUE EXTORSIONAN A CIENTOS DE FAMILIAS SIN QUE NADIE PONGA FRENO; PARA NADIE ES SECRETO QUE EL SISTEMA PENITENCIARIO SE HA VUELTO CÓMPLICE SILENCIOSO; NO POR MANDATO, SINO POR OMISIÓN; LOS CUSTODIOS MAL PAGADOS, LAS AUTORIDADES INDIFERENTES, LOS JEFES DISTRAÍDOS; TODOS SON PARTE DE UNA MAQUINARIA QUE PERMITE QUE EL CRIMEN OPERE DESDE LA CÁRCEL CON LA MISMA FACILIDAD CON QUE RESPIRA; LO QUE NO SE SABE O AL MENOS NO ES DEL DOMINIO PÚBLICO ES QUE SI EN LA FISCALÍA GENERAL DE JUSTICIA DEL ESTADO SONORA EXISTA ALGÚN DEPARTAMENTO QUE SE DEDIQUE A AVERIGUAR ESTE TIPO DE DELITOS; EN DIEZ MESES Y MEDIO SE HAN COMETIDO 46 ASESINATOS DE MUJERES EN EL MUNICIPIO; ES MOMENTO DE EXHIBIR LA FALTA DE RESULTADOS INSTITUCIONALES Y, SOBRE TODO, HUMANIZAR LA ESTADÍSTICA PARA ABRIR UNA CONVERSACIÓN URGENTE QUE EN CAJEME YA NO PUEDE SEGUIR POSPONIÉNDOSE; LA SIMULACIÓN DE HECHOS DE ALTO IMPACTO QUE EN SU MOMENTO PROMOVIÓ APODACA LAUTERIO DEJÓ GRAN ENSEÑANZA; SACUDE A CIUDAD VIOLENTO LEVANTÓN EN SUPERMERCADO
AUNQUE a lo largo del año las extorsiones telefónicas siempre están presentes y pesar de que se trata de una expresión delictiva crítica esta se pierde en ominosa ruta que no conlleva a ningún lado como cualquier otro patrón delictivo, debido a que los espacios de investigación están vacíos. No existe interés y menos compromiso por indagar por parte de alguna institución que solo se jacta oficialmente de trabajar por la seguridad pública. Es muy común escuchar historias de muchos padres y madres de familia: Era mediodía cuando sonó el teléfono. Una voz seca, sin temblor ni pausa, le dijo su nombre completo. Luego mencionó el de su hija, su escuela, su horario. En segundos, el corazón se le fue a la garganta. El hombre del otro lado no necesitó gritar: cada palabra fue un golpe, cada pausa una sentencia. ‘Tenemos a tu niña, y si no haces lo que te decimos, ya no la verás.’ Así empezó una extorsión que lo llevó a entregar todo lo que tenía, movido por el miedo, por la desesperación, por la impotencia. Nunca hubo secuestro, nunca hubo contacto físico. Solo una voz que lo doblegó desde dentro, que lo despojó de la paz, de los ahorros y de la confianza en el Estado. En los penales de la entidad, las paredes no detienen las llamadas. Los teléfonos entran como entra el miedo: a plena luz del día, con la complicidad del silencio. Las revisiones son esporádicas, las sanciones inexistentes, los bloqueadores de señal solo funcionan en los informes. Adentro, algunos internos controlan verdaderas redes criminales que extorsionan a cientos de familias sin que nadie ponga freno y aunque es un secreto a voces que de ello están enterados los custodios y ‘guardias especiales’, pero nadie hace nada. Incluso hasta el mismo director del reclusorio en el caso de Ciudad Obregón, Jorge Alberto Arguelles Valdez podría estar enterado, pero hace como que la virgen le habla, por lo que el nuevo titular del Sistema Estatal Penitenciario, Rodrigo Rodríguez Peña, tendrá que empezar por voltear hacia ese tema como otros que consisten en el cobro de todo. Renta de sillas, mesas, así como la introducción de abanicos y televisiones y se rumora que hasta de bebidas alcohólicas. El tema es del suyo grave por lo que también debe intervenir el Secretario de Seguridad Pública del Estado, maestro Braulio Martínez Navarrete como en su momento lo hizo su antecesor Víctor Hugo García Enríquez quien traía ‘cortito’ al anterior Coordinador del SIEP, Nicollino Cangiamilla Enríquez a quien terminó por cesarlo del cargo…PARA NADIE es un secreto que el sistema penitenciario se ha vuelto un cómplice silencioso. No por mandato, sino por omisión. Los custodios mal pagados, las autoridades indiferentes, los jefes distraídos. Todos son parte de una maquinaria que permite que el crimen opere desde la cárcel con la misma facilidad con que respira. Fuera, las víctimas siguen temblando cada vez que suena el teléfono. Dentro, los delincuentes hacen cuentas, con listas de nombres y números, seguros de que nadie los tocará. Y así, mientras el sistema presume control, las extorsiones siguen floreciendo entre rejas que sólo en apariencia son de castigo. Porque en este país, a veces el encierro no detiene el delito: lo perfecciona. Hace poco aquí denunciamos que una mujer se encargaba de apartar lugares a las visitas que ingresarían los domingos. Desde temprana hora de la tarde del sábado comenzaban a colgar bolsas en el cerco perimetral que conduce al acceso principal del complejo penitenciario como señal que ya estaba reservado el lugar al momento de ingresar a la visita, pero previamente tenían que entregarle 250 pesos a una mujer que se encargaba del negocio que le redituaba pingües ganancias a ella y custodios, porque no era una maniobra individual. Los guardias también participaban en ese jugoso comercio de espacios, porque nadie creería que la vivales lo hiciera a su libre albedrío. Así estuvo sucediendo varias semanas y ante constantes señalamientos que aquí se ventilaron dejaron de hacerlo…EL TEMA de las extorsiones da para mucho más, pero lo que no se sabe o al menos no es del dominio público es que si en la Fiscalía General de Justicia del Estado Sonora exista algún departamento que se dedique a averiguar este tipo de delitos, al menos no con el actual Fiscal, Gustavo Rómulo Salas Chávez, porque tal parece que en los tiempos de Claudia Indira Contreras si había un Ministerio Público que estaba asignado en la atención de estos casos. Los números no mienten y exponen una realidad incómoda. Mientras a nivel nacional la tasa de extorsiones es de 0.64 por cada 100,000 habitantes, en la entidad la cifra es de apenas 0.27. Sobre el papel podría parecer un ‘indicador positivo’, pero en la práctica todos sabemos que no refleja la realidad cotidiana. Lo que demuestra ese número no es una disminución genuina del delito, sino una caída drástica en la capacidad institucional para investigarlo, integrarlo y reportarlo. El subregistro es evidente, y coincide precisamente con el momento en que la Fiscalía dejó de contar con el liderazgo del licenciado Noriega al frente del grupo de extorsiones. Desde entonces se perdió contundencia, se debilitó la respuesta operativa y se desvaneció cualquier estrategia seria para enfrentar a quienes hoy están exprimiendo a comerciantes, empresarios y familias enteras. Cajeme y la región necesitan recuperar un frente especializado, profesional y con capacidad real para enfrentar este fenómeno, porque la gente sigue pagando las consecuencias en silencio…EN OTRO TEMA ayer se hizo un rápido recuento de cuántas mujeres han sido asesinadas en los diez meses y medio vividos del 2025 y la cifra asciende a cuarenta y seis. Es momento de exhibir la falta de resultados institucionales y, sobre todo, humanizar la estadística para abrir una conversación urgente que aquí en Cajeme ya no puede seguir posponiéndose. También habrá que cuestionar sobre el departamento de feminicidios de esta ciudad que hasta donde se sabe está o estaba el comandante Francisco Burgos Ochoa, quien fue designado en ese lugar como estrategia del entonces comisario Manuel Ángel Barrios Macario, porque su hermana Leticia Burgos Ochoa estaba golpeando mucho con los feminicidios y lo pusieron ahí como estrategia para que su hermana dejará de hacer manifestaciones…ALGUIEN ME comentaba ayer que sería bueno recordar aquellos ensayos que implementó, el extinto jefe policiaco, Fernando Isaac Apodaca Lauterio. Hacía el ejercicio donde se simulaba un hecho de alto impacto. No era un simple simulacro, se trataba de poner a todos a ensayar, para ajustar tiempos de respuesta, así como coordinar cuerpos de seguridad y medir realmente la capacidad operativa. Era una buena medida. Pero hoy en día ni siquiera existe la intención de retomar algo parecido. ¿Qué sabe de esto el director operativo de la SSPM, Erick Gabriel Campos González? Seguramente que nada y sería indispensable dejarles a estas personas una línea clara sobre la importancia de practicar, de anticiparse, de afinar la reacción como lo hacía Apodaca Lauterio, pero ahora falta visión preventiva…DE NUEVA cuenta la tarde de ayer, la violencia sacudió al municipio luego de violenta privación ilegal de la libertad de un hombre de 56 años que fue ‘levantado’ por un grupo armado en las afueras de Bodega Aurrerá de Guerrero y Michoacán, en un hecho que dejó escenas de desesperación y un profundo impacto emocional entre su familia y quienes se encontraban en el lugar. Según testigos el evento se originó alrededor de las 14:30 horas, cuando desconocidos interceptaron a la víctima y lo subieron por la fuerza a su propio vehículo, un Sentra blanco. Los agresores se movilizaban además en dos automóviles: un Jetta negro y otro color guinda, los cuales huyeron inmediatamente después del hecho. Lo más estremecedor fueron los gritos de los menores que acompañaban al hombre. Por momentos todo era un caos, mientras la madre intentaba protegerlos sin poder comprender la escena que se desarrollaba frente a ellos. La esposa del afectado quedó paralizada, sin capacidad de reacción ante la violencia y rapidez con la que actuaron los delincuentes. Una vez más se evidencia la fragilidad en la respuesta institucional frente a hechos de alto impacto. Ciudad Obregón vuelve a quedar marcado por un episodio espeluznante, con una familia destrozada y una comunidad que observa cómo la violencia continúa imponiéndose a plena luz del día…Luego seguimos, Dios mediante.


