Martín Alberto Mendoza
IMPACTANTE TRAGEDIA EN CANAL BAJO AL NORTE DEL CAMPO 2, VALLE DEL YAQUI; ENLUTECEN TRES FAMILIAS AL CAER VEHÍCULO A FATÍDICAS AGUAS; ENTRE LAS VICTIMAS UN MATRIMONIO; INICIALMENTE SE HABLABA DE DOS JÓVENES, PERO GOLPE FUE MÁS DEMOLEDOR; LA TRISTEZA QUE NADIE QUIERE NOMBRAR NUEVAMENTE NOS ACOMPAÑA PORQUE DE CUALQUIER MANERA DUELE Y LASTIMA A ESTA SOCIEDAD SOCAVADA POR LA VIOLENCIA Y LA TRAGEDIA; HASTA LA NOCHE DEL DOMINGO, VEINTICUATRO PERSONAS HAN PERDIDO LA VIDA EN LO QUE VA DEL MES; APENAS EL FIN DE SEMANA DEPLORABA COMO LAS FAMILIAS HAN QUEDADO DEVASTADAS CON INCESANTE OLA CRIMINAL QUE SE ABATE EN CAJEME A TODAS HORAS DEL DÍA; BASTA DE TANTAS MUERTES, BASTA DE TANTA INJUSTICIA; NO SON CIFRAS NI ESTADÍSTICAS, SON HIJOS, PADRES, SOBRINOS, VECINOS; SON PERSONAS QUE HASTA HACE DÍAS CAMINABAN ENTRE NOSOTROS CON LA ESPERANZA INTACTA; CAJEME SE AHOGA EN UNA VIOLENCIA QUE NO SE DETIENE Y QUE YA NO INDIGNA, DUELE, CANSA, ROMPE; LA VIDA AQUÍ SE MIDE POR SOBRESALTOS E INCERTIDUMBRE DE SABER SI EL DÍA ALCANZARÁ A TERMINAR SIN OTRA TRAGEDIA; DE ACUERDO A ESTADÍSTICAS COPILADAS HASTA AYER EN LA MAÑANA TRES ASESINATOS SE HAN COMETIDO EN LA COMISARIA DE CÓCORIT COMO SEÑAL QUE LOS PATRULLAJES Y RECORRIDOS DE VIGILANCIA PREVENTIVA A CARGO DEL COMANDANTE JOSÉ EDUARDO JARAMILLO SOTO HAN RESULTADO ESTÉRILES; LO MISMO SUCEDE EN EL CUADRANTE DOS, PARTICULARMENTE EN LA COLONIA CAJEME DONDE DE LA MISMA FORMA SE HAN PERPETRADO IGUAL CIFRA DE CRÍMENES ANTE EL FRACASO DE FÉLIX OMAR PADILLA RIVERA; AUNQUE EN MENOR CIFRA SUR DE LA CIUDAD TAMBIÉN ES GOLPEADO; FISCALÍA DE SONORA DETECTA QUE EXTORSIONADORES SE IDENTIFICAN FALSAMENTE COMO AGENTES DE LA DEPENDENCIA; ¿QUÉ HARÁ FISCAL PAR DAR CERTIDUMBRE A LA POBLACIÓN?
DE NUEVA cuenta, arrancamos otra semana con severo golpe a la conciencia ciudadana, luego de que, en las primeras horas de la mañana del domingo, en el Canal Bajo al norte del Campo Dos, Valle del Yaqui, quedó al descubierto un vehículo con tres personas sin vida en el interior; el conductor y dos mujeres. El primero fue identificado como César, de 30 años y su esposa Karla Patricia, de 29, así como una amiga de ellos que se llamaba Elma, de 33. La tragedia sobrevino durante la madrugada. César era ampliamente conocido como chofer de plataforma y tenía raíces familiares en el ejido Pascual Ayón, ubicado en calles Norman E. Borlaug y 1000. En un ambiente de incertidumbre, agobio, confusión y desesperación matizado por el impactante dolor de la desgracia inicialmente se dijo que en el interior estaban los cuerpos sin vida de dos jóvenes, pero el golpe fue más demoledor, ya que en realidad eran tres personas que habían quedado atrapadas en un vehículo sedán Hyundai, línea i10, color blanco, modelo 2024. Sin duda otra herida abierta en una población que pareciera resistirse a encontrar la tranquilidad. La tristeza que nadie quiere nombrar nuevamente nos acompaña porque de cualquier manera duele y lastima a esta sociedad socavada por la violencia y la tragedia. Una adversidad que no se quisiera enfrentar en ningún momento, más en estos días en que estamos a un mes de celebrar las festividades decembrinas que reúnen a familias en torno a un ambiente de paz, regocijo y esa comunión de sentimientos. Y, lo digo con pleno conocimiento de causa, debido a que mi padre falleció a dos semanas antes de que llegara la Nochebuena y Navidad, época en que la fraternidad reviste especial alegría, pero lamentablemente los percances continúan tiñéndose con el color de la tragedia…AUNQUE ya lo he dicho en reiteradas ocasiones nunca al escribir una columna se desea que la realidad confirme los temores, pero aquí estamos. Hasta la noche del domingo, veinticuatro personas han perdido la vida en lo que va del mes. Apenas el pasado fin de semana deploraba como las familias han quedado devastadas con la incesante ola criminal que se abate en Cajeme a todas horas del día. Basta de tantas muertes, basta de tanta injusticia. No son cifras ni estadísticas, son hijos, padres, sobrinos, vecinos. Son personas que hasta hace días caminaban entre nosotros con la esperanza intacta. Cajeme se ahoga en una violencia que no se detiene y que ya no indigna, duele, cansa, rompe. La vida aquí se mide por los sobresaltos y por la incertidumbre de saber si el día alcanzará a terminar sin otra tragedia. Esto ya no es un tema de percepción, es la realidad cruda que golpea a cada familia, a cada colonia y a cada calle. Y mientras no se actúe con decisión, con humanidad y con resultados reales, seguiremos escribiendo lo que nadie quiere leer, que en Cajeme la muerte se volvió rutina y la justicia una promesa vacía. De acuerdo a las estadísticas compiladas hasta ayer en la mañana tres asesinatos se han cometido en la Comisaría de Cócorit como señal que los patrullajes y recorridos de vigilancia preventiva a cargo del comandante José Eduardo Jaramillo Soto han resultado estériles. Lo mismo sucede en el cuadrante dos, particularmente en la colonia Cajeme donde de la misma forma se han perpetrado igual cifra de crímenes ante el fracaso de Félix Omar Padilla Rivera. Igualmente, en la Esperanza Tiznado y Cuauhtémoc Cárdenas que iba en blanco, pero la noche del domingo dos sicarios dejaron a hombre sin vida en calles Independencia y Heberto. Otro fue llevado a recibir atención médica a una unidad hospitalaria donde más tarde expiró al no superar las heridas recibidas. Los presuntos estuvieron a punto de ser capturados por estatales, por lo que resulta importante plantear que la PESP montara un centro de operaciones en la parte sur con determinada cantidad de elementos y unidades por tratarse de una de las corporaciones más preparadas tácticamente y que ha mostrado prolíficos resultados. Es momento que el comisario José Guadalupe Martínez Lavariaga y el titular de SSPE, Braulio Martínez Navarrete, pongan sobre la mesa del diálogo y debate esa posibilidad tomando en cuenta que la gran mayoría de los delitos de alto impacto se cometen de la calle 300 al sur. Sería interesante que el plan contemple colonias del sur-oriente y sur-poniente. Desde el fraccionamiento Las Misiones hasta Posadas del Sol. Tocando Misión del Real, Valle Verde, San Rafael, Misión San Javier, Sostenes Valenzuela Miller, Misión del sol uno y dos, Valle Dorado, Nueva Galicia, Machi López, Eusebio Kino, Jardines del Valle, Nueva Palmira, México, Russo Vogel, Aves del Castillo, Libertad y otros asentamientos aledaños. Sería interesante construir un helipuerto en esa parte, porque el que se erigió en el Centro Integral de Procuración de Justicia en los tiempos del extinto amigo ex procurador de justicia, Abel Murrieta Gutiérrez, no ha funcionado como se esperaba. No se puede afirmar que el problema de inseguridad y violencia en Ciudad Obregón este resuelto y que vaya a la baja, porque se faltaría a la verdad, mientras tengamos un asesinato por día. Esto, sin contar las desapariciones forzosas…SOBRE esto mismo hay que recalcar que en Cajeme el tema de las desapariciones sigue latente. Las estadísticas oficiales parecen controladas, pero en calles y colonias la realidad es distinta: las familias continúan denunciando ausencias muchas veces sin obtener respuesta. Las investigaciones avanzan con lentitud hay oficios, carpetas, informes, pero pocos resultados en varias ocasiones los propios colectivos han localizado restos o indicios antes que las autoridades lo que deja en evidencia la falta de coordinación entre corporaciones encargadas de la búsqueda y la investigación. El caso más reciente fue la privación ilegal de la libertad de José Alberto, de 55 años, a quien un grupo armado se llevó en su propio automóvil al salir del supermercado Aurrerá de calles Michoacán y Guerrero, la tarde del pasado viernes, ante la angustia e impotencia de sus seres queridos que presenciaron el violento capítulo. Pese a que hubo amplio despliegue por aire y tierra, ayer, se desconocía su paradero. Nada se sabe de él y tampoco de su vehículo y esto debe de preocuparle a Ricardo Revilla Celaya, Delegado Regional de la FGJE en el sur de la entidad. Mucho se ha insistido en que en las mesas de seguridad se presume que existe comunicación entre los tres niveles de gobierno, pero en los hechos esa coordinación no se refleja que haya una estrategia clara que distinga entre las desapariciones con posible móvil delictivo y las de otra naturaleza lo que termina diluyendo la responsabilidad institucional. Es necesario más trabajo de campo y más seguimiento técnico. Las familias merecen saber que alguien realmente está buscando y que las denuncias no se archivan con la excusa de que no hay datos suficientes…LO ÚNICO que nos faltaba. El pasado sábado el periódico El Universal difundió un despacho informativo en el que refiere que la Fiscalía de Sonora detecta que extorsionadores se identifican falsamente como agentes de la dependencia. La pregunta es inevitable y profundamente incómoda ¿qué mecanismos puede usar la Fiscalía de Sonora bajo el mando de Gustavo Rómulo Salas Chávez para ser creíble cuando alguien “cita” a un ciudadano, si hoy los delincuentes se hacen pasar precisamente por ellos? Si la institución encargada de la seguridad y la legalidad se ve vulnerada por falsos agentes, ¿qué queda para el resto de los sonorenses? La credibilidad no se construye con boletines; se sostiene con protocolos claros, verificables y públicos. ¿Cómo garantizar que una llamada, un mensaje o una supuesta entrevista provenga realmente de la autoridad? ¿Cómo pedirle a un ciudadano que confíe, cuando la propia Fiscalía reconoce que su identidad institucional está siendo suplantada? El mensaje que se envía es devastador, si hasta la Fiscalía puede ser “imitada”, cualquiera puede caer. Lo que hoy se vive en Sonora exhibe algo más grave que un modus operandi de extorsión más bien muestra un vacío en la capacidad de la autoridad para blindar su imagen y proteger a la ciudadanía. En un estado donde la inseguridad avanza sin freno, esta fisura en la confianza pública no solo preocupa, alarma. En Sonora y, de manera particular, en Cajeme, la realidad es tan dura que cualquier intento de las autoridades por presumir avances termina siendo un golpe para las víctimas…Luego seguimos, Dios mediante.


