Hermosillo, Sonora. El transporte urbano en Hermosillo vive una crisis que se agrava cada día: accidentes constantes, incendios de unidades y un servicio que pierde calidad a pasos acelerados.

Alfonso López Villa, de Vigilantes del Transporte, resaltó que la raíz del problema está en la indisciplina dentro de las empresas operadoras.

“Por ejemplo podemos enumerar algunas fallas: el uso del celular, paradas no autorizadas y el cobro manual mientras se conduce generan distracciones que derivan en numerosos siniestros”, informó.

Añadió, que a esto se suma una fuga mensual estimada entre 6 y 8 millones de pesos por el cobro directo de los choferes, quienes evaden el sistema electrónico sin una supervisión real, pues el centro de monitoreo fue eliminado.

De la misma forma, mencionó la falta de operadores también pesa: se requieren más de 660 choferes para cubrir las rutas, pero las empresas trabajan con menos y contratan personal poco capacitado, al grado de que usuarios deben orientar al conductor.

“El deterioro mecánico es otro riesgo. Con una flota envejecida y sin mantenimiento adecuado, se registran accidentes y fallas que reducen semanalmente el número de unidades activas”, dijo.

Finalmente, López Villa advierte que, sin cambios profundos, la crisis del transporte seguirá poniendo en riesgo a miles de hermosillenses.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *