Martín Alberto Mendoza
SE PREPARAN JEFES DE GRUPOS DE LA AGENCIA MINISTERIAL DE INVESTIGACIÓN CRIMINAL QUE SE JUBILARÁN EL PRÓXIMO AÑO; EN OTRAS ÉPOCAS ERAN MÁS PRÁCTICOS Y EFECTIVOS QUE EN LA ACTUALIDAD; SENCILLAMENTE ERA OTRA LA MENTALIDAD DE LOS ANTES JUDICIALES. NO FÁCILMENTE ERAN COOPTADOS COMO SUCEDE ACTUALMENTE; ERAN ADUSTOS E INFLEXIBLES EN SUS ACTUACIONES Y ANTE TODO PREVALECÍAN SÓLIDOS CRITERIOS; ESTO, A LA HORA DE HACER LA LABOR QUE A CADA UNO LE ERA ASIGNADA; TRISTEMENTE EN EL PRESENTE HOY PREDOMINA UN CANIBALISMO AL GRADO QUE SE CUIDAN ENTRE ELLOS MISMOS DE TRAICIONES; AL MENOS ESTO QUEDÓ DE MANIFIESTO EN FEBRERO DEL 2024 EN LA UNIDAD OPERATIVA LOCAL; ELLO, LUEGO DE QUE, A DÍAS DE HABER ASUMIDO LA ENCOMIENDA COMO ENCARGADO DE LA BASE, EL COMANDANTE MANUEL DE JESÚS MORALES MARTÍNEZ FUE ASESINADO AQUÍ UN CENTRO COMERCIAL; NO SE TRATA DE SUSTITUIR NOMBRES, SINO DE CORREGIR UN RUMBO QUE POR AÑOS HA PERMITIDO QUE ALGUNOS ENCARGADOS ESCALEN POSICIONES SIN EL PERFIL ÉTICO O TÉCNICO QUE LA RESPONSABILIDAD DEMANDA; QUIENES HAN VIVIDO DESDE DENTRO ESTOS PROCESOS SEÑALAN QUE SE REQUIERE UNA AGENDA SERIA Y TRANSPARENTE; Y ASI GARANTIZAR QUE EL RELEVO NO TERMINE COMO UN REPARTO MOTIVADO POR COMPROMISOS O INERCIAS INSTITUCIONALES; ES FUNDAMENTAL REFLEXIONAR EN TORNO A LA GRAVE DESCOMPOSICIÓN SOCIAL QUE EN MEDIO DE TANTOS HECHOS CON APARIENCIA DE DELITO DONDE ADOLESCENTES E INCLUSO NIÑOS ESTÁN INVOLUCRADOS; SE VUELVE URGENTE HABLAR DE LA RESPONSABILIDAD REAL DE LOS PADRES; NO ES UN INVENTO NI UNA EXAGERACIÓN; PADRES SIGUEN REPITIENDO QUE NO SABÍAN NADA, AUNQUE SUS HIJOS ANDEN EN LA CALLE A LAS TRES, CUATRO O CINCO DE LA MADRUGADA; POR ESO ES MOMENTO DE HABLAR EN SERIO DE REFORMAS A LAS LEYES
A PRINCIPIOS de semana comentaba que el próximo año alrededor de un centenar de jefes de grupo de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, antes PEI y PJE, se alistan para retirarse del servicio activo tras haber cumplido con los requerimientos que exigen los trámites para cristalizar lo que para la mayoría es un anhelo de vida, después de haber servido por décadas al servicio público en una de las instituciones que en otras épocas eran más prácticos y efectivos que en la actualidad. Sencillamente era otra la mentalidad de los antes judiciales. No fácilmente se dejaban cooptar como sucede en la actualidad. Eran adustos e inflexibles en sus actuaciones y ante todo prevalecían sólidos criterios al momento de hacer el trabajo que a cada uno le era asignado. Tristemente en la actualidad hoy predomina un canibalismo al grado que se cuidan entre ellos mismos de traiciones. Al menos esto quedó de manifiesto en febrero del 2024 en la Unidad Operativa local. Esto, luego de que, a días de haber asumido la encomienda como encargado de la base, el comandante Manuel de Jesús Morales Martínez fue asesinado aquí en un centro comercial. Lo masacraron con ráfagas de fusiles de alto poder. Un agente que lo acompañaba resultó herido. Logró sobrevivir al artero atentado. Semanas después y en medio de inesperado sigilo en Hermosillo fue detenido Francisco “El Paco”, quien estaba como responsable del destacamento local. A pesar de que la Fiscalía del Estado actuó con absoluto hermetismo se conoció que el ahora ex agente presuntamente resultó involucrado en la muerte de Morales Martínez junto con otro elemento apodado “El Casas” que logró escapar, pero se asegura que es reclamado por la justicia sonorense y el día menos pensado será capturado para que responda por el homicidio en cuestión. El asunto fue manejado con todas las reservas y cautela de ley por órdenes del Fiscal del Estado, Gustavo Salas Chávez, quien pudiera dar la sorpresa con la detención del desleal servidor público…COMO DECÍA en días pasados, la salida de los comandantes que dejarán las filas del AMIC, lo ideal consistirá en que la Fiscalía y el Comisario Carlos Alberto Flores, hagan un buen filtro de perfiles revisando trayectoria, capacidad operativa e integridad, porque quien ya viene torcido como encargado no se va a enderezar. Para nadie es un secreto que hay gente con mucho oficio, pero también otros que ya perdieron el rumbo, así que si se abren esas plazas es la oportunidad para acomodar a quienes tienen mérito de verdad. No se trata de sustituir nombres, sino de corregir un rumbo que por años ha permitido que algunos encargados escalen posiciones sin el perfil ético o técnico que la responsabilidad demanda. Quienes han vivido desde dentro estos procesos señalan que se requiere una agenda seria y transparente para garantizar que el relevo no termine como un reparto motivado por compromisos o inercias institucionales…HAY QUE destacar que la oportunidad que se abre, si se maneja con rigor, puede marcar un antes y un después en la estructura operativa, fortalecer la disciplina, recuperar la confianza interna y asegurar que los nuevos jefes lleguen por mérito y preparación, no por circunstancias. La institución está ante un momento clave. La decisión definirá si se construye una renovación responsable que fortalezca el sistema o si se repiten los mismos errores que han costado años de credibilidad y eficacia. Una de las comandantes que podría colgar su uniforme e insignias es Mirna Raquel Espinoza Olivas, actual titular de la base operativa del Quiriego y a quien le tocó estar bajo el mando de los jefes de grupos Ernesto “El Gordo” Salazar Valenzuela (QEPD) y Rogelio Rivera Campas, así como el comandante Carlos Barrios Acedo, quienes todavía andan en la brega diaria, pero ya fuera de la corporación. Indudablemente que fueron mandos policíacos con temple y carácter. Estuvieron aquí en la administración 1985-1988…RESULTA fundamental reflexionar a raíz de la grave descomposición social que en medio de tantos hechos con apariencia de delito donde adolescentes e incluso niños están involucrados, se vuelve urgente hablar de la responsabilidad real de los padres. No es un invento ni una exageración. Ahí están las estadísticas. De las 48 mujeres ejecutadas en lo que va del año, casi entre el 35 y el 40 por ciento son menores de edad cuyas edades fluctuaban entre los 14 a los 17 años, de esto debe estar enterada la exsenadora de la Red Feminista Sonorense, Leticia Burgos Ochoa, quien ha trabajado mucho porque termine la violencia de género. También esto revela un problema que muchos padres no quieren ver y mucho menos aceptar. Los grupos criminales lo saben bien. Aprovechan las leyes de adolescentes que fueron diseñadas para reconstruir vidas, pero que hoy terminan siendo un blindaje para reclutar jovencitas y jovencitos, porque las sanciones máximas difícilmente superan cinco años. Mientras tanto, los padres siguen repitiendo que no sabían nada, aunque sus hijos anden en la calle a las tres, cuatro o cinco de la madrugada. Por eso es momento de hablar en serio de reformas que obliguen a los padres a pagar por los daños que causen sus hijos. No como un castigo simbólico, sino como una responsabilidad solidaria que duela económicamente. Que exista una sanción preventiva desde seguridad pública cuando menores sean detenidos en horas y circunstancias de riesgo. Que haya multas reales, retenes administrativos y procedimientos ágiles que no se queden en el papel. Y que cuando un adolescente cometa un delito grave, los padres también enfrenten consecuencias por la omisión evidente que permitió que su hijo llegara hasta ahí. Los menores no se involucran solos en estas conductas. Llegan empujados por hogares sin vigilancia, sin límites y sin la más mínima autoridad moral. Lo saben las corporaciones, lo saben los colectivos y los vecinos que ven a los mismos muchachos rondando las calles sin supervisión alguna. Ante este sombrío panorama es necesario que el gobierno impulse un análisis profundo y modifique los marcos legales correspondientes. Que se establezca una responsabilidad clara y ejecutable para los padres. Que las sanciones no sean optativas ni simbólicas. Que el Estado deje de suplir la indiferencia de quienes primero debieron formar, orientar y cuidar. Porque mientras no haya consecuencias reales para los padres, seguirán creciendo las cifras de adolescentes desaparecidos, involucrados en hechos delictivos y utilizados como herramienta por grupos criminales que conocen cada debilidad del sistema. Si queremos un cambio verdadero, la primera reforma no es policial, es familiar. Y empieza por entender que educar no es un favor, es una obligación que ya no puede seguir ignorándose…SOBRE ESTE mismo asunto, hace años se hacían intervenciones constantes, se identificaban riesgos tempranos y existía un seguimiento que evitaba que muchos jóvenes terminaran atrapados en estas dinámicas. Hoy esa labor ya no se percibe con la misma fuerza. No se sabe si falta personal, recursos o estrategia, pero en la práctica el reclutamiento de menores se multiplica sin una respuesta clara que lo detenga. Desde lo legal el escenario es delicado. La normativa contempla sanciones severas para quienes utilizan a menores en actividades delictivas y también establece mecanismos de protección para el adolescente que está siendo manipulado o presionado. Sin embargo, casi nunca se llega a los verdaderos responsables y el menor solo recibe una llamada de atención o una entrega a sus padres sin un seguimiento adecuado. Quien sabe mucho de la realidad de los adolescentes en conflicto con la ley es el abogado penalista y ex Fiscal Especializado, José Luis Sígala Servín, quien desde 2021 fungió como Director General de la Fiscalía Especializada para Adolescentes y Corrupción de Menores en Sonora, encargándose de coordinar a todos los agentes del Ministerio Público. Incluso fue enlace en las mesas del Programa de Prevención y Control del Uso y Abuso del Fentanilo, así como enlace en la subcomisión del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, Igualmente participó como enlace en la Junta Directiva de la Comisión del Deporte, además de que fue ponente en el Primer Foro Internacional para la Prevención y Protección de Niñas, Niños y Adolescentes vinculados a la Delincuencia Organizada. Con estos encargos, es evidente que conoce de fondo por qué niñas, niños y adolescentes están llegando a estos niveles de involucramiento en conflictos con la ley. Su experiencia habla por sí sola…Luego seguimos, Dios mediante.


