Araceli Martínez

Sheinbaum muestra poderío en el Zócalo

Apenas regresó de su viaje a Washington DC donde se reunió con el presidente Donald Trump y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, la presidenta Claudia Sheinbaum, se fue al Zócalo capitalino para celebrar los siete años de la llegada al poder de la Cuarta Transformación.

Primero hay que decir que Sheinbaum logró salir ilesa de su encuentro con Trump, quien increíblemente recibió el galardón del Premio FIFA de la Paz  por supuestamente firmar un tratado de paz histórico con el Congo y Ruanda. Premio de consolación porque el presidente de Estados Unidos lo que verdaderamente quería era el Premio Nóbel de la Paz, que le dieron a su pupila, la venezolana derechista Corina Machado, quien tuvo el descaro de dedicárselo a Trump.

Pero vaya que es una burla ese premio inventado de la FIFA por la paz cuando Trump es un violentador de los derechos humanos de los inmigrantes en Estados Unidos, sobre todo de los latinos, porque a los rubios ojos claros europeos, a esos si los quiere.

Así que fue una buena broma esa de darle dicho precio de mentiritas por la paz.

Y decimos que Sheinbaum salió ilesa de su encuentro, porque impredecible como es el presidente estadounidense, no se sabe nunca cómo puede reaccionar. Ya ven que trató a puntapiés al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aún más penoso; luego se le pasa insultando groseramente a los reporteros cuando no le gustan las preguntas.

No sé cómo le han hecho Sheinbaum y Andrés Manuel Lopez Obrador porque han logrado domar a la fiera, por lo menos cuando están en su presencia; y más vale llevar la fiesta en paz, porque es un presidente muy vengativo; si no que le pregunten a los demócratas.

El encuentro resultó mejor de lo esperado, lo que no debe haber gustado a los opositores de la 4-T que se desgarran las vestiduras porque el gobierno estadounidense invada México con el pretexto de los cárteles. No quieren ver que el verdadero problema está en Estados Unidos.

El masivo evento en el Zócalo, mostró la fortaleza de Sheinbaum como presidenta, bueno sus altos niveles de popularidad de más de 70% así lo demuestran; y con todo que hayan llevado acarreados, Morena sigue estando muy fuerte en México. La oposición sigue perdida, tropezando de tumbo en tumbo, sin dar una. Para bien de la propia Morena, y de México, no se diga, necesitamos, una oposición inteligente, pero con esos voceros que se mandan, dan pena ajena.

Por otra parte, Morena y la misma presidenta deben aprovechar ese tremendo capital político que les ha sido dado por el pueblo elector, para trabajar más fuerte en el combate de su principal debilidad que es la inseguridad, un tema bastante difícil de atacar tomando en cuenta las mafias formadas durante décadas de protección de los gobiernos priístas y panistas.

Así que esperamos que esa demostración de poderío y fuerza sea aprovechada para trabajar por el bien México.

EN PLENO RECLUTAMIENTO

Quien anda muy apurado reclutando gente para el Partido Colosista en Cajeme, es Francisco Javier Cruz Montaño, profesor de la Universidad Tecnológica de Sonora, la UTS, y agente de Gobernación en sus años mozos. Invitaron a la activista, especializada en tomar casetas de peaje, Alba Luz Borbón para que fuera parte, pero rebelde como es ella, no llegaron a un acuerdo y quedó fuera.

Hay que decir que el Partido Colosista está en la fase de constituir las asambleas necesarias para cumplir con el requisito del INE.

AGARRÓN ENTRE ANABEL Y RICARDO

En las redes sociales se publicó un desacuerdo entre el exalcalde Ricardo Bours y la diputada federal Anabel Acosta, quien como saben quiere ser la primera alcaldesa de Cajeme. La desavenencia vino porque votó a favor de la ley de aguas en la Cámara de Diputados.

Ricardo publicó que Anabel traicionó a sus electores, en Cajeme, Sonora y el país; y la diputada respondió que “esta persona (Ricardo Bours) está atrasada de noticias. Una cosa es la propuesta de ley que se presentó y otra la que se aprobó, con los más de 50 cambios derivados del diálogo con productores de todo el país, incluyendo los del Valle del Yaqui”.

ANIVERSARIO LUCTUOSO

A raíz del aniversario luctuoso de Ramón Íñiguez Franco, exdirector de la Biblioteca Jesús Corral Ruiz, muchos se han planteado que debe existir un espacio dedicado a honrar su legado, sobre todo porque fue un pionero de la cultura en Cajeme, fotógrafo y cinéfilo.  No olvidemos que creó el videoclub de la Biblioteca Municipal Jesús Corral.

Tampoco se nos olvida que fue coordinador de la sección cultural del Diario del Yaqui, durante años, donde también escribía; y fue impulsor de los Juegos Trigales del Valle del Yaqui.

El músico y escritor Andrés González Prieto propone que se le cambie el nombre a la biblioteca y le pongan el nombre de Ramón, pero él mismo, admite que no ha tenido eco. Y con perdón de Andrés, su propuesta está fuera de lugar. Ramón se revolcaría en su tumba de solo escucharla.

Él fue impulsor de que la biblioteca pública llevará el nombre de don Jesús Corral, y le disgustaría sobremanera que le quitaran el nombre para poner el suyo.

Guardadas las debidas proporciones, don Jesús y Ramón merecen sus propios espacios de reconocimiento en el municipio. Claro sin olvidar que fue el promotor de la ampliación física de la biblioteca y del aumento de su acervo de libros. La hizo crecer en todos los aspectos.

Esperemos que la administración municipal actual encuentre un espacio para dedicarlo a Ramón. Se lo merece; y Cajeme necesita reconocer a quienes han hecho grandes aportes al municipio, de manera que sus nombres queden para la posteridad como un ejemplo para las generaciones futuras.

Hay quienes sugieren que por lo menos alguna de las salas de la Casa de la Cultura debería llevar su nombre. Ramón, cajemense por adopción, merece mucho más que una sala para que no se pierda su legado. ¿Por qué no ponerle su nombre a un bulevar importante?

Ojalá pronto sea reconocido. Lo recordamos como todo un personaje, grandote de estatura siempre tripulando su pequeña motocicleta Vespa; muy al pendiente de que nadie maltratara un libro en la biblioteca, y dispuesto siempre a dar un fuerte apretón de manos, con esas manos grandes de piel suave que él tenía.

“Cómo estás flaquita”, “cómo estás huesitos”, solía decirme amorosamente Ramón cada vez que nos encontrábamos en el periódico.

Ramón murió el 4 de diciembre de 2016. Se van a cumplir diez años, el próximo año de su partida. ¡Se le extraña! y necesitamos honrar su legado.

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