Las fuerzas armadas estadunidenses informaron de un nuevo ataque contra una presunta narcolancha en aguas del Pacífico, con un balance de cuatro muertos.
“Los servicios de inteligencia confirmaron que el navío estaba transitando por una conocida ruta narcotraficante en el Pacífico este y estaba llevando a cabo operaciones de tráfico de drogas”, aseguró el Comando Sur estadounidense en una publicación en X.
Desde que se inició la campaña antinarcóticos en septiembre, Estados Unidos ha realizado más de 25 ataques de este tipo, que han dejado al menos 99 muertos.
Para esa campaña bélica sin precedentes, Trump ordenó el despliegue de una gran flota encabezada por el mayor portaaviones del mundo, el Gerald Ford, en el Caribe, así como cazas en Puerto Rico y marines.
El principal objetivo de la campaña es presionar a Caracas, cuyo gobierno es tildado de “narcoterrorista” por Washington.
Esa presión se incrementó sustancialmente la semana pasada con la incautación de un petrolero ante las costas venezolanas, una operación calificada de “piratería” por el gobierno de Nicolás Maduro.
Trump ordenó el martes el “bloqueo” de todos los petroleros sancionados que entren o salgan del país, y Venezuela replicó anunciando que su Armada escoltará a los buques cisterna.
Desde septiembre de 2025, el gobierno de Donald Trump lanzó una campaña militar aérea y naval contra embarcaciones que Estados Unidos identifica como supuestas narcolanchas o “narcoterroristas” en el Caribe y el Pacífico oriental, con el supuesto objetivo de interrumpir el tráfico de drogas hacia su territorio.
Esta operación, que comenzó en aguas cercanas a Venezuela y Colombia, ha implicado múltiples ataques letales a embarcaciones en alta mar, algunos de los cuales han generado dudas sobre su justificación legal bajo el derecho internacional y la necesidad de autorización del Congreso estadounidense.
Hasta ahora, según los registros oficiales y reportes compilados por distintos medios, las fuerzas armadas de Estados Unidos han realizado más de 26 ataques militares que habrían resultado en al menos 99 muertos —en su mayoría a bordo de los barcos atacados— en el marco de estas operaciones en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico.