¿Infierno en el paraíso?

Pablo Beltrán

Y cuando las cosas se veían medianamente tranquilas en la esfera de la política nacional, surge de repente un verdadero bazucazo, ya que hace apenas unos días se anunció por el comandante de la 30ª Zona Militar, con sede en Tabasco, que el ex secretario de seguridad pública estatal, Hernán Bermúdez Requena, se encuentra prófugo de la justicia, al contar con orden de aprehensión por delitos de alto impacto, relacionados con narcotráfico, huachicol, extorsión y otros más. 

Lo anterior no tendría tanta relevancia -pues estas situaciones ya no son inéditas-, si no fuera porque se trata de quien fuera brazo derecho en el mando de seguridad pública durante la administración del hoy Senador Adán Augusto López Hernández, cuando éste era gobernador de ese estado del sureste (del 1 de enero de 2019 al 26 de agosto de 2021); mismo que dejó el cargo al ser invitado por el entonces presidente AMLO a sentarse en el Palacio de Cobián, como secretario de Gobernación.

Al señor Bermúdez, también conocido como el Comandante ‘H’, se le vincula directamente y desde hace tiempo, con un grupo local denominado ‘La Barredora’, el cual aparentemente funge como brazo de un cartel del occidente de este país.

El anuncio del General Miguel Ángel López Martínez, sin duda, viene a generar un cisma dentro del Grupo Tabasco y por supuesto en el epicentro del poder, pues para nadie es un secreto que el hoy evadido de la acción de la justicia era hombre de confianza del hoy coordinador del grupo parlamentario de Morena en la cámara alta, lo que pone al legislador en el ojo del huracán, a tal grado que durante todos estos días evadió dar una explicación, saliendo otros a dar la cara por él, hasta que por fin el día de ayer por la tarde en la red social X escribió: ‘Estoy a la orden de cualquier autoridad que solicite mi presencia’.

Su salida a redes, evidentemente se debió a la alta presión, pero sobre todo, a la declaración de la presidenta Sheinbaum en la mañanera de ayer, la cual, al ya no poder detener cerco ajeno, se limitó a manifestar: ‘…Y bueno, sería pertinente que el senador también diera su versión. Es importante’. 

La guerra política en Tabasco entre los delfines de AMLO, alcanza su mayor intensidad, pues por fin el gobernador Javier May, logra materializar lo que tanto venía señalando sobre estos vínculos delincuenciales que llegan como lumbre a los aparejos de López Hernández, a tal grado que el propio hermano del expresidente, José Ramiro, de los mismos apellidos, a la sazón secretario de Gobierno de esa entidad, no titubeó en afirmar: ‘Ya está saliendo toda la pudrición’.

Se dice, que ante la dicho por el hermano del expresidente, el hoy senador López Hernández -en contraataque- deslizó en lo corto (según algunos medios), que Bermúdez es muy cercano a Ramiro López Obrador, que aquél fue promovido durante su carrera policial tanto por Ramiro López como por el ex director de Pemex y actual director de Infonavit, Octavio Romero Oropeza.

En calidad de mientras, la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde ya procedió a la suspensión de los derechos políticos del prófugo Bermúdez como miembro de su partido, para analizar su expulsión, aludiendo a ‘no ser tapadera de nadie’.

Ya la otra semana se verá con más claridad el curso que tomarán los acontecimientos y sobre todo el futuro político del ex presidencial Adán Augusto, a quién se dice, se le ha visto algo concentrado en las futuras elecciones en Chihuahua, en donde su alfil, como todos saben, es su compañera en el Senado, Andrea Chávez.

Y como parte de la saga de los ‘demonios andan sueltos’, se da este jaloneo que produce una gran fractura en la cuna simbólica del morenismo en el país, lo que a la vez es posible que produzca una clara delimitación en el ejercicio del poder, pudiéndose darse así ahora más libertad a la lideresa de este nuevo sexenio, fuera de presiones o injerencismo de grupos de poder al interior.

El policía Bermúdez, ahora la manzana de Adán, quizá sin desearlo, viene a provocar un movimiento en el ajedrez político nacional, que pudiera dar un giro de ciento ochenta grados en las futuras decisiones del oficialismo.

Agarren butaca…

LA ‘EXPULSIÓN’ DE FIDEL Y EL CHE.  Rayando en la comicidad lo acontecido -y sus secuelas- en la alcaldía Cuauhtémoc, de la Ciudad de México, en donde fueron removidos de la colonia Tabacalera, las estatuas de Fidel Castro y el ‘Che’ Guevara sentados en una banca, cuya obra (Monumento Encuentro) tiene relación a un pasaje histórico de 1955, relacionado a la entonces en ciernes revolución cubana.

La alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega (proveniente de la coalición PAN-PRI-PRD) dio sus motivos, aduciendo irregularidades en su puesta, sugiriendo fundirlas para hacer alcantarillas. Como respuesta tuvo la opinión de la propia presidenta, en el sentido de que debía de entregar las estatuas para ponerlas en otro lugar; mientras que Citlali Hernández, secretaria de las Mujeres, se le fue a la yugular, diciendo que la alcaldesa tenía ‘una agenda trastornada de derecha’.

Por lo pronto, ya se hizo roncha y se sabe que cubanos radicados en la Ciudad de México, con la denominada Asociación de Cubanos Residentes en México ‘José Martí’, convocan a una protesta para mañana, por el retiro de este monumento del paisaje urbano de la Cuauhtémoc.

La pregunta de los sesenta y cuatro mil sería: 

¿Se tratará de familias de cubanos que llegaron a México con motivo de la revolución cubana, o serán los recién llegados durante el sexenio pasado con motivos de ofertas de trabajo? 

‘Alguito’ de diferencia…

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