DE ACUERDO a Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el pasado fin de semana, Sonora, figuró en el plano nacional como la segunda entidad más violenta en el país, con catorce homicidios, solo debajo de Guanajuato que registró diecinueve asesinatos. Únicamente en Cajeme, se consumaron nueve muertes violentas, resaltando el viernes como más letal con cinco decesos violentos. El sábado, se cometió una ejecución, pero el domingo tres, pero lo alentador es que continuamos a la “baja”, imagínense si no fuera así. Que afán de mentir, pero resulta literalmente imposible. Aunque Hermosillo, Nogales y Ciudad Obregón han destacado como las ciudades con menor percepción de inseguridad, según esferas gubernamentales. Sin embargo, esto no quiere que la incidencia delictiva sea similar, debido a que, hasta la noche del martes, se habían cometido treinta y ocho crímenes en Ciudad Obregón, luego de que desconocidos dieron muerte a un menor de edad, en la colonia Sóstenes Valenzuela Miller, la popular 410. El adolescente que, quedó tendido por fuera de una vivienda fue inmolado a eso de las 19:30 horas, pero casi noventa minutos más tarde, vecinos dieron parte a las autoridades, sencillamente por temor. Si eso, no es vivir con miedo, entonces cómo llamarlo. Y, conste que no es afán de jorobar, pero la ciudadanía vive cada vez más aterrorizada, como consecuencia del violento ambiente se respira en cada rincón de la localidad…AHÍ TENEMOS el caso de Martín Alonso G. G., de 42 años, quien estuvo a punto de perder la vida, cuando estaba haciendo alto, en calles Sinaloa y Lázaro Mercado, en la Municipio Libre. Iba saliendo de su trabajo, en un negocio de carnes, y se dirigía a su hogar en una vagoneta, marca Honda, línea CR-V, que igualmente resultó dañada con impactos de bala. Poco faltó, para que terminara la vida del jefe de familia, al sufrir una herida en sedal –rozón—de bala en la cabeza con un proyectil disparado con un fusil AK 47, de los llamados “cuerno de chivo” que dispararon gatilleros y, no precisamente contra él, sino contra dos jóvenes que abordaban un sedán Kía, color gris, y a quienes trataban de ultimar, ya que no solo les dispararon en esa confluencia vial, sino que también en Sinaloa y 300, mientras que las fallidas víctimas decidieron refugiarse, en los patios interiores de la Jefatura de Policía y Tránsito Municipal, a donde ingresaron prácticamente “volando” para ponerse a salvo de sus agresores. De primer momento, se temía que el par de jóvenes estuvieran lesionados, pero por fortuna libraron la trayectoria de los mortales proyectiles. Que tan efectiva será la vigilancia en la ciudad, que los frustrados criminales que, en desafiante acción los persiguieron hasta el cuartel policíaco y no hubo un solo policía que los ubicara y menos les hiciera frente…ESTO, ES nada más para que tengan una idea de cómo la vigilancia continua siendo tan frágil y socavada por gatilleros a sueldo. ¿Dónde estaban infantes de Marina a las cinco y media de la tarde de martes? ¿Qué hacen? ¿A qué se dedican? ¿Qué no llegaron a Cajeme para combatir la delincuencia?, y no, a pasarla tranquilamente paseándose por las vialidades, como si el entorno se mantuviera con envidiable tranquilidad. Que desempeño tan desacertado, por lo que debe saberlo el vicealmirante, Daniel Escobedo Escobedo, comandante de la 2da Región N[S1] aval con sede en Guaymas y el mismo titular de la Secretaría de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, quien al menos ya conoce Ciudad Obregón, cuando estuvo aquí en días pasados, para inaugurar trabajos de remodelación del Aeropuerto. Lo idóneo sería que visitara el municipio, pero para analizar el problema tan grave de inseguridad y, que personal a su mando no ha logrado atemperar. Los hechos hablan por sí solos. Una vez más insistimos: No hay detenciones de gatilleros que, a cualquier hora del día y en el lugar donde lo decidan, escenifican balaceras y privan de la vida a quien más les plazca, sin que Marina y tampoco personal de la Secretaria de la Defensa Nacional (Defensa) tengan la capacidad para impedírselo, y esto por igual debe saberlo el general y comandante de la 4ta Zona Militar, Vicente Javier Mandujano Acevedo, quien tal parece va a cumplir su tiempo de comisión, al frente de la encomienda que le hicieron y va dejar el cargo, sin cumplir las promesas que hizo a los cajemenses, de que combatiría la delincuencia. Todavía está a tiempo de movilizar sus tropas y personal para labores de inteligencia, para dar con los responsables del incontenible derramamiento de sangre. Todo es cuestión de sigilo, voluntad e interés. De otra forma, van a seguir acumulándose los palos de ciego, como ha sucedido hasta el momento…AHORA QUE, sí de plano no tienen la suficiente inteligencia y capacidad de reacción habrá que dejarles este trabajo a policías federales de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) que dirige Omar García Harfuch, porque estamos a punto de llegar a cuarenta ejecuciones, esto, sin contar que el colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme, no han detenido tareas de búsqueda. Ayer, se conoció que ingresaron a una vivienda de la colonia Nueva Palmira, en busca de los restos de siete desaparecidos. En cualquier momento, comenzarán a sumar “positivos” y la cifra de decesos violentos se incrementará, para desquicio de operadores policíacos que, cada muerte violenta hace más pesado el costal de responsabilidades que recae en sus investiduras. Al menos hasta el mediodía, el ambiente era de supuesta serenidad, pero para nadie es un secreto que en un abrir y cerrar de ojos todo cambia y la atmósfera se vuelve ferozmente impetuosa, como sucedido infinidad de ocasiones…Y HABLANDO de las madres buscadoras resulta que el 12 de julio de 2021, en las instalaciones de la Comandancia de Policía fue inaugurada una oficina denominada Obudec que, en términos generales era algo así como un organismo de búsqueda municipal, con la promesa de que se destinaría un pago a Guerreras Buscadoras y el apoyo necesario para que realizaran su quehacer. Al menos eso lo prometió el entonces alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado, junto con el capitán Cándido Tarango Velázquez, que despachaba como comisario de Policía. Hubo un evento protocolario donde se hizo corte de listón con bombo y platillo, pero se impuso la farsa, al quedar todo solo en buenos deseos. Nunca se les respaldó con nada y la oficina sigue intacta. Incluso el actual titular de la SSPM, Claudio Cruz Hernández, pidió la devolución de ese espacio, pero las madres buscadoras no accedieron a entregarlo por la burla de que fueron objeto. Aun así, el colectivo se mantiene activo y prueba de ello son los casi ochenta hallazgos de personas desaparecidas que, en su mayoría estaban en fosas clandestinas. Qué fácil es mentir y todavía convocar a medios de comunicación, para que dieran difusión a un proyecto que no dio ni siquiera el primer paso, así de sencillo. Habrá que esperar a ver que instancia de gobierno asume esa responsabilidad. Para eso engañar y soñar no hay quien les gané a esos aprendices de políticos…Y HABLANDO de personas sin escrúpulos y por demás insensibles e inhumanas. Al comienzo de la tarde del pasado martes fue ingresado al Hospital del Isssteson, el policía tercero Carlos Iván Agüero Jiménez, debido a que sufrió golpe de calor, mientras cumplía con tarea de vigilancia frente a la Unison, en Bordo Nuevo entre Quintana Roo y Las Areneras. Como es posible que les asignen un servicio de doce horas con una patrulla como la 301, a la que no le bajan los vidrios y por ende la temperatura en su interior se dispara a casi 45 grados. Aunado a esto, los uniformados que son comisionados a lo que parece ser una celda de castigo con ruedas, tienen que traer su chaleco. Este es el segundo agente que sufre golpe de calor. La otra fue Daniela Valenzuela, pero ella perdió el conocimiento. Fue llevada inconsciente al mismo nosocomio. Por supuesto que detrás de esto aparece como responsable, José Antonio Angulo Reyes, encargado de Villa Bonita. Bueno fuera que predicara con el ejemplo y se aventara uno o dos turnos en ese punto. Estará enterado de tal situación, Claudio Cruz Hernández o también es igual de indiferente e inconmovible que sus mandos…Luego seguimos, Dios mediante.


