Lorenza Sigala / MO

Este 22 de agosto, en el marco del Día del Bombero Mexicano, la Catedral Metropolitana de Hermosillo abrió sus puertas para recibir a decenas de elementos de la corporación, junto a sus familias, en una misa de acción de gracias que buscó resaltar el valor, la entrega y el espíritu de servicio de quienes diariamente arriesgan la vida en beneficio de la comunidad.

Durante la homilía, el celebrante recordó que ser bombero no solo implica disciplina y preparación, sino también una profunda vocación humana y espiritual. “Servir con valor es también una forma de santidad; cada incendio apagado, cada vida rescatada, cada niño que aprende a cuidarse gracias a ustedes, es un acto de amor que Dios ve y bendice”, expresó el sacerdote, frente a un recinto lleno de uniformados y familiares.

También se elevó una oración especial por aquellos que han caído en cumplimiento de su deber, recordando que “ningún sacrificio en favor de la vida humana es en vano, pues refleja la mayor de las virtudes: dar la vida por los demás”.

Al concluir la misa, de Bomberos de Hermosillo, los bomberos se tomaron una foto en el atrio de la iglesia con el párroco que ofició el servicio para posteriormente trasladarse a una foto en el Palacio Municipal.

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