Luego de un apacible y lluvioso miércoles, en el que por fin se vivió un día sin violencia, desde las primeras horas de este jueves, se reanudaron las hostilidades. Inicialmente, por rumbos de la colonia Amaneceres, nuevamente y como para no perder la costumbre, familias de la Sahuaro entre Cirio y Chirahui, así como de los alrededores experimentaron brusco despertar, tras el estruendo de balas que detonó uno de tres sujetos, al tirotear un vehículo, poco después de las 5:00 de la mañana. Al escuchar los disparos y esperar a que gatilleros se retiraran, el propietario del automotor junto con un hijo salió al exterior de su morada, y advirtió que éste presentaba varios impactos de bala y su vástago por ignorar los procedimientos legales, hizo el levantamiento de los casquillos percutidos que, en total sumaron doce, al parecer calibre 40 o 45 milímetros. Lo importante es que los proyectiles no alcanzaron a ninguna persona y todo se resumió en daños y el consabido temor de los vecinos y del mismo perjudicado…A ESE LUGAR, acudieron infantes de Marina para hacer más grande el circo, la maroma y el teatro, porque al final y siendo realista, de nada sirve que acudan a esos sitios, en virtud de que su quehacer deja mucho que desear, al arribar este comunicador a ese punto para cumplir con la tarea de informar, mediante una transmisión en vivo a través del portal hermano Medios Obson, el área estaba desprotegida, en cuanto a la cadena de custodia. Nada restringía el acceso. Sin embargo, en un afán por jorobar y posiblemente dolidos por las críticas que aquí se vierten respecto a su estéril desempeño, uno de los mandos de ese grupo de marinos pidió que se colocaran las clásicas cintas amarillas, evidentemente para tratar de obstaculizar la tarea informativa, pero solo causan pena ajena con esas banales actitudes, porque lejos de inspirar confianza y respeto a la sociedad solo generan decepción, ante su infame desempeño y eso debe saberlo el mismo Secretario de Marina Armada de México, Raymundo Pedro Morales Ángeles, a quien la ciudadanía ha comenzado a insistirle que haga cambios de personal y mandos, porque de plano los actuales no dan una y prueba de ello es que no se ha contenido la escalada criminal desde que inició el octavo mes del 2025, al sumar en la actualidad cuarenta homicidios. Lo bueno es que el miércoles no hubo actividades delictivas de alto impacto, porque quizás estaríamos hablando de una cifra superior. Por igual y sin sed de que estar fastidiando, pero la población está exigiendo la salida de Claudio Cruz Hernández, como comisario de Policía, debido a que la situación no parece, sino que va de mal en peor y como dice la conseja popular: al mal tiempo, hay que darle prisa, y en ese plano es hora de que las fuerzas vivas del municipio se pronuncien para impulsar la irremediable salida del mando militar, como una saludable opción, para que se brinde la oportunidad a un nuevo Secretario de Seguridad Pública Municipal, de tratar de enderezar el barco que de plano naufragó. Tampoco, el horizonte no es nada halagador y de no hacerse los movimientos adecuados, el repunte criminal, podría ser más grave y se reflejaría estadísticamente con más de cincuenta muertes, a las que prácticamente estamos a nada de llegar. No podemos esperar a que la situación se torne insalvable, como ya sucedió y puede volver a ocurrir, ante la tibieza de quienes manejan los hilos de la seguridad…DE NUEVA cuenta el jueves se volvieron a cometer dos asesinatos. Después de que fue tiroteado el vehículo en los Amaneceres, todavía no se retiraban autoridades del citado asentamiento, cuando al parecer los mismos responsables de ese ataque, presuntamente se movilizaron hacia las Haciendas y dieron muerte a una persona de nombre Cecilio, de 37 años. Por la tarde, balearon a un hombre que estaba deshierbando la banqueta de una casa, en Las Fuentes y lo hirieron de un balazo en el abdomen. Más noche dejaron un cadáver envuelto en una cobija en calles Carmen Serdán y Maximiliano R. López, en la colonia Cajeme. Como era de esperarse, la víctima fue levantada y trasladada al anfiteatro, en calidad de desconocida. De la misma, no se sabía las causas de la muerte y, para ello se le practicaría la autopsia de ley y a esperar a que sea identificado y reclamado por sus familiares, porque de plano en la morgue no se cuenta con el espacio necesario para la estancia de cadáveres y mucho menos con instalaciones refrigeradas, por lo que cada cierto tiempo los sepultan en la fosa común, como ocurrió en los primeros días de agosto. Incluso, debido a las mismas circunstancias se dan caso de que aun estando identificados los occisos terminan en la fosa común, aunque después para exhumarlos sea un verdadero dilema. Estará enterado de esto, el encargado de medicina legal en el Estado, Javier Díaz Trejo, quien siendo un amplio conocedor del tema sería interesante que planteara la necesidad de construir un anfiteatro más amplio y funcional. Más en los tiempos actuales en las que frecuentemente están ingresando hasta cinco, seis o más cadáveres legales derivado de la constante ola criminal…Y COMO PARA que no se pierda la costumbre, resulta que ayer, minutos después de las 14:30 horas, en la colonia México fue abandonado otro ejecutado, pero envuelto en una cortina. El cadáver quedó en un parque que se localiza en Puerto San Lázaro y Puerto de Guaymas. Los victimarios le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza, por lo que no se descarta que haya muerto a consecuencia de asfixia por ahorcamiento, como ha sucedido en otros casos. Junto al inerte cuerpo, dejaron una cartulina conteniendo un mensaje dirigido de un grupo de la delincuencia a otro rival, y se hace referencia quien se atribuyó este nuevo crimen que sería el número 41 de agosto, pero habría que esperar a ver qué sucede en el resto de la tarde y noche, porque de plano la situación está incontrolable ante la impotencia de corporaciones policíacas e instituciones armadas como Ejército, Marina y Guardia Nacional, quienes de plano solo se pasean por arterias viales de la localidad, sin hacer la detención de algún generador de violencia, ya no digamos en flagrancia. No se la pedimos con chongos, dicho coloquialmente. Es hora que esto se frene, ante la cada vez más honda preocupación de los cajemenses. “Vamos y venimos de un lado a otro y no los podemos ubicar”, comentó ayer un uniformado, al tiempo que reconoció que la situación es grave. Al paso que vamos no va a quedar otra que el Estado pida la intervención del titular de la SSPC, Omar García Harfuch y su gente especializada, para terminar con tantos asesinatos. Hay quienes dicen que estamos mejor que el 2021, cuando la cuota de sangre continúa siendo de dos ejecuciones por día, y conste que muchas personas que han sido blanco de agresiones han corrido con buena estrella, de otra forma la cifra de muertos fuera exorbitante…TAL PARECE que reuniones de seguridad que celebran mandos policíacos y de la milicia de nada han servido, ya que además gendarmes y soldados continúa con la inútil costumbre de amontonarse en los escenarios de la muerte. ¿Por qué no investigan o hacen labores de inteligencia para tratar de ubicar a generadores de violencia? Otra vez: ¿Qué hay detrás de esa inacción y pasividad? De verdad, pero es incomprensible, por lo que alguien tiene que tomar el mando o de lo contrario, no sólo vamos a rebasar los cincuenta asesinatos, sino que iremos más lejos. Ahora bien: ¿Qué opinión le merece al responsable de la Seguridad Pública del Estado, Braulio Martínez Navarrete y al comandante de la 4ta Zona Militar, Vicente Mandujano Acevedo, lo que está sucediendo en Cajeme? Alguien tiene que hacer algo o como dijo ayer un residente de la colonia México: “pronto estaremos peor que Culiacán” y la verdad que no le falta una milésima de razón…Por hoy hasta aquí la dejamos…Luego seguimos, Dios mediante.


