Clara Aragón / MO

En los últimos días ha llamado la atención la presencia de unos peculiares “gusanos” en diversas colonias de Ciudad Obregón. Estos ejemplares fueron captados en las calles del fraccionamiento Las Misiones.

Sin embargo, no hay motivo de alarma: se trata de la oruga de la polilla esfinge de líneas blancas, una especie inofensiva que, aunque puede parecer intimidante por el “cuerno” que presenta en la parte trasera, no representa ningún peligro para las personas.

Actualmente es común verlas en distintos puntos de la ciudad, desplazándose por calles y banquetas en busca de áreas con vegetación para alimentarse y continuar su ciclo de vida: formar un capullo y, eventualmente, transformarse en polilla.

Esta especie cumple un papel importante como polinizadora, contribuyendo al equilibrio del ecosistema local.

A través de redes sociales, la Fundación Ambiental del Valle del Yaqui hizo un llamado a la comunidad a no alarmarse ante la presencia de estas y otras orugas en jardines o espacios con plantas. Lejos de ser una plaga, su aparición indica que las plantas están sanas y cumpliendo una de sus funciones naturales: servir de alimento para futuras mariposas y polillas.

Gracias a este proceso natural, durante esta época del año, los jardines y áreas verdes de la ciudad se llenan de vida con la llegada de distintas especies de mariposas nativas, que inician así su ciclo vital.

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