Tres carabineros fueron alcanzados por la explosión cuando iniciaban la ejecución de un desalojo en una casa de campo de Castel D’Azzano (Verona). Además, 15 agentes resultaron heridos. Los tres ocupantes de la vivienda, tres hermanos de entre 59 y 65 años, fueron detenidos.
Los agentes se encontraban ejecutando un desalojo forzoso en la vivienda, en cuyo interior había tres personas. Con la deflagración, la casa de campo de dos plantas se derrumbó, arrastrando a soldados y oficiales.
Las víctimas mortales son el teniente Marco Piffari, el carabinero Davide Bernardello y el brigadier Valerio Daprà. Los heridos son otros 11 carabineros y cuatro policías. Al parecer, la explosión se desencadenó al abrir la puerta principal. El fiscal jefe de Verona, Raffaele Tito, explicó tras una inspección que se encontraron seis bombas de gas en el edificio. La habitación estaba saturada y, al abrirla, la Policía “oyó el sonido de un silbato”, informó Tito.
Los tres okupas -dos hombres y una mujer- fueron rescatados y posteriormente detenidos por las autoridades. Se trata de Dino y Maria Luisa Ramponi, de 63 y 59 años, respectivamente, que resultaron heridos en la explosión, y de su hermano Franco Ramponi, de 65 años, que se había alejado tras la explosión y fue localizado por los agentes en el campo.
No era la primera vez que los ocupantes del chalé saturaban de gas las habitaciones para evitar un desalojo. Ya lo habían intentado en octubre de 2024, pero en aquella ocasión se aplazó el desalojo y se ventilaron las habitaciones, evitando accidentes.
“Al entrar en el piso, los testigos dicen que olieron a gas y unos instantes después se produjo una explosión”, ha declarado el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, “estamos ante una auténtica tragedia”.


