Óscar Félix/MO
Eduardo López, un hombre de 65 años, se ha convertido en una figura familiar para quienes transitan las afueras de las dependencias municipales.
Sobre un triciclo cargado de frutas y verduras, despacha su mercancía.
Aunque lleva años vendiendo específicamente en esta concurrida esquina de la Sinaloa, para Don Eduardo el comercio ambulante ha sido “toda la vida”.
Don Lalo vive en la Colonia Lázaro Cárdenas, un barrio que conoce palmo a palmo, ubicado por la Galeana entre Michoacán y Tehuantepec.
El trajín lo ha hecho un conocedor del gusto local.
Sobre su triciclo hay verduras en bolsas que vende a los empleados municipales y a las personas que transitan por el área.
Cada mañana, el triciclo de Eduardo no solo lleva provisiones; transporta una lección de vida sencilla.
Es el pequeño negocio que sustenta a una familia, la pausa refrescante en la jornada de los oficinistas y, sobre todo, la presencia constante donde además hay sandías y papayas.


