Martín Alberto Mendoza

ESCALA CUOTA DE SANGRE EN MUNICIPIO CON AL MENOS UN CRIMEN POR DÍA; CUANDO FALTAN ESCASAS HORAS PARA QUE TERMINE OCTUBRE SE COMETIÓ LA EJECUCIÓN NÚMERO 31 DEL MES; APENAS AL INICIAR ESTA SEMANA SE REPORTÓ EL HALLAZGO DE UNA PERSONA DESCUARTIZADA Y EMBOLSADA, UN HECHO QUE VOLVIÓ A EXHIBIR LA BRUTAL FEROCIDAD CON QUE SE ATENTA CONTRA LA VIDA HUMANA; AL MISMO TIEMPO LUCE EL FRACASO INSTITUCIONAL DE AQUELLOS QUE DEBERÍAN GARANTIZAR LA SEGURIDAD; AUNQUE POR MOMENTOS DECIMOS QUE CRÍMENES YA REBASARON LA CAPACIDAD DE ASOMBRO DE LA POBLACIÓN; RESULTA INNEGABLE QUE EXISTE EL MIEDO, EL TEMOR Y LA PREOCUPACIÓN SE REFLEJA EN EL ROSTRO DE ESOS PADRES Y MADRES DE FAMILIAS; LO MISMO OCURRE CON LOS JÓVENES ESTUDIANTES QUE LES TOCA VIVIR DE CERCA ALGÚN EPISODIO CRIMINAL; INDISCUTIBLEMENTE HAY MIEDO EN CALLES Y BARRIOS DE CAJEME, DONDE SE ENFRENTA EL REFLEJO DE UN TEJIDO SOCIAL QUE TODOS LOS DÍAS SE HA DESGARRADO SIN QUE CORPORACIONES E INSTITUCIONES TENGAN CAPACIDAD PARA CONTENER; RECOMIENDA LIDER DE COLECTIVO DE BÚSQUEDA QUE NIÑOS NO SALGAN SOLOS A PEDIR GOLOSINAS CON MOTIVO DE FIESTA DE HALLOWEEN; DEBEN HACERLO BAJO SUPERVISIÓN DE UN ADULTO YA QUE NO ESTÁ EL HORNO PARA BOLLOS; RECOMENDÓ A CIUDADANOS CUIDARSE ENTRE ELLOS PORQUE AUTORIDADES DE PLANO PARECIERAN ESTAR PINTADAS; NO FUNCIONA VIGILANCIA, MANIFESTÓ

NO SE TRATA de un cuento de fábula lo que se vive en Ciudad Obregón, ante el comportamiento criminal que se advierte en el entorno, al registrarse un homicidio por día en diferentes sectores de la localidad. Aunque por momentos digamos que los crímenes ya rebasaron la capacidad de asombro de la población, resulta innegable que el miedo, el temor y la preocupación se refleja en el rostro de esos padres y madres de familias, así como jóvenes estudiantes que le toca vivir de cerca algún episodio criminal. El estruendo de balas quiérase o no genera sobresalto y más que eso angustia entre las familias. Me tocó observarlo ayer a temprana por rumbos de la colonia Villas del Trigo, donde a un ciclista le fue arrebatada la vida con seis disparos que aseguraron vecinos haber escuchado, de lo demás, si los presuntos asesinos huyeron en carro o en motocicleta ya no dicen nada, porque prefieren mejor encerrarse y alejarse de la patibularia mirada de los especímenes que en la mala hora cumplen con la deleznable e infame encomienda de quitarle la vida a un semejante. Indiscutiblemente hay miedo en las calles y barrios de Cajeme, donde como ya lo escribimos enfrenta el reflejo de un tejido social que todos los días se ha venido desgarrando sin que corporaciones e instituciones armadas tengan la capacidad para contenerlo. Aunque parezca una cantaleta, pero la violencia se ha normalizado y vuelto un retrato cotidiano hiriendo el espíritu y sentir de toda la comunidad. El rediseño de las estrategias ha quedado atrás, al ser rebasado por el contexto que ya se convirtió en algo habitual. Qué pensarán de esto los encargados de la seguridad pública, porque tampoco pueden mostrarse estoicos mientras el derramamiento de sangre no cesa y mucho menos el dolor y llanto de familias que son tocadas por esta adversidad. Es momento de que Claudio Cruz Hernández responda con honestidad si puede o no con el cargo. Por igual hay que exigirle al Fiscal del Estado, Gustavo Rómulo Salas Chávez y al comisario de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, Carlos Alberto Flores, que ya es demasiado tiempo como para que hayan dejado atrás los discursos y promesas, y comiencen por frenar el trajinar de la muerte por las calles de Ciudad Obregón y actúen con compromiso y honestidad para terminar con tanta impunidad. Sus acciones tienen que hacer contrapeso a la destrucción humana que todos los días se escribe en Cajeme. Ya no hablemos de percepción sino de resultados reales, tangibles, de acciones que realmente contrarresten mortales estragos que día con día escalan sin la remota posibilidad de que vayan a disminuir…JUSTAMENTE en las primeras horas de la mañana de este jueves se registró otro homicidio más, elevando la cifra a 31 víctimas en lo que va del mes, cuando aún restan escasas horas para que termine octubre. El occiso, de momento fue identificado como “El Eterno”. Su edad fluctuaba entre los 45 y 50 años. Tenía apariencia de pepenador y vestía pantalón de color caqui, camiseta a rayas azul con negro. A simple vista lo inmolaron de un balazo en la cabeza. Quedó sobre la Naranjos a la altura de la Aguamarina entre las colonias Villas del Trigo y Valle Verde. Apenas en el comienzo de esta semana se reportó el hallazgo de una persona descuartizada y embolsada, un hecho que volvió a exhibir la brutal ferocidad con que se atenta contra la vida humana y al mismo tiempo el fracaso institucional de quienes deberían garantizar la seguridad. La vigilancia y prevención de delitos es totalmente errónea y desfasada. No existen patrullajes efectivos al grado que en algunos sectores cada caída de casa, dicho coloquialmente transita una unidad policíaca en el mejor de los casos y en otros de plano solo se vive del recuerdo de que si hay, pero lo que no hay es la disposición y el interés de cumplir con su obligación, porque los mandos solo obedecen a intereses personales y lo demás queda a la buena de Dios, así de sencillo. De ahí que urgen cambios en algunas demarcaciones de la ciudad al resultar aberrante que no cumplan al menos con presencia… MIENTRAS la Preventiva Municipal falla en su claro y obligado quehacer la AMIC sigue sin ofrecer alcances y su comandante acumula semanas sin detener un solo objetivo criminal relevante, la violencia avanza con paso firme y sin resistencia. Dónde está el director operativo de la corporación, Tomás Efraín Jiménez Ruiz, y qué hace realmente, a qué le llaman estrategia cuando los muertos siguen apareciendo en las calles. El rezago de las carpetas de investigación sigue entrampado, no hay avances quizás por compromisos o “arreglos” como ya ha sucedido en otras ocasiones, pero el asunto es que no hay resultado en consonancia con las necesidades y demandas gracias a que el encargado de la Unidad Operativa Marco Antonio Almada Coronado continúa nadando de “muertito”. Pareciera que no existe jefe del área de homicidios, en virtud de los fantasmales resultados al grado que ni ellos mismos los ven. Se les ha olvidado por completo el compromiso que tienen con la sociedad y ante tal condescendencia las ejecuciones suman. Con el nuevo crimen de este jueves la cifra asciende a treinta y un homicidios en apenas un mes. Una estadística que no solo indigna, sino que confirma el abandono de una ciudad que se hunde entre el miedo, la impunidad y la indiferencia oficial… Y EN TANTO la autoridad duerme se aproxima una fecha que debería ser de alegría para los niños. Pero este Halloween, más que dulces y disfraces, debería servir de recordatorio para los padres de familia, esta ciudad no está para fiestas. No olvidemos que, en estas mismas fechas, años atrás, hubo muertes que marcaron para siempre a varias familias cajemenses. En lo personal, me tocó dar cobertura a horrendo asesinato de una niña de escasos años en una comunidad cercana a Pueblo Yaqui. En aquellos tiempos no existían tantos tecnicismos y esquemas jurídicos como en la actualidad. De manera empírica los comandantes de la antes llamada Policía Judicial del Estado hacían su trabajo con más eficacia y prontitud que en la actualidad y muestra de ello es que el entonces jefe de grupo del destacamento local de la PJE, Rafael Acuña Nubes, esclareció el atroz y vil homicidio de la pequeña, cuyos padres la dejaron en su hogar para acudir a las tradiciones fiestas del reparto agrario de Quetchehueca que precisamente se celebraban en días previos al 1 y 2 de noviembre en que se celebra a los fieles difuntos. Es oportuno decir que hoy como nunca prevalece una sublevada inseguridad que debe ser analizada y reflexionada por los jefes y jefas de familias para que no permitan a sus chiquillos salir a la vía pública a pedir golosinas. Insistimos en que el horno no está para bollos. No hay que olvidar que las desapariciones tanto de niños, adolescentes, jóvenes, hombres y mujeres están presentes. Sería interesante conocer la opinión de las líderes de los colectivos de búsqueda más reconocidos en el municipio, Silvia Velázquez Rodelo y Nora Alejandra Lira Muñoz, quienes han pasado a formar parte de la historia con importantes hallazgos. No se pretende crear psicosis, pero sí mayor conciencia. Por cierto, que Nora Alejandra, comentó que niños podrían salir a temprana hora siempre y cuando tengan el cuidado y supervisión de algún adulto, porque existe el riesgo de que los mismos delincuentes se disfracen. Consideró que es necesario que los propios ciudadanos se cuiden entre ellos mismos, porque de plano las autoridades no actúan, parecieran estar pintadas. Ahí está solo una expresión de una mujer que perdió a su hija en dolorosas circunstancias, aunque después localizó sus restos en una comunidad del territorio yaqui…VIVIMOS tiempos en los que la inocencia se ha vuelto vulnerable y el peligro ya no distingue edades ni entornos. Los jóvenes muchas veces sin plena conciencia de los riesgos, son atraídos por falsas promesas, por amistades pasajeras o por entornos digitales que disfrazan al crimen con apariencia de éxito. Hoy más que nunca, los padres de familia deben mirar más allá de lo evidente, escuchar con atención, acompañar con firmeza y estar presentes con amor y autoridad, porque la indiferencia o la confianza ciega pueden costar demasiado…Luego seguimos, Dios mediante.

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