Martín alberto Mendoza
SE AVIZORA LA LLEGADA DE LAS FIESTAS DECEMBRINAS; SOLO RESTAN SIETE SEMANAS Y MEDIA AL 2025 QUE EMPIEZA AGONIZAR EN UN PERIODO DE VIDA QUE HA DEJADO MÁS ADVERSIDADES QUE VENTURAS; ADEMÁS DE LA VIOLENCIA AHORA LA POBLACIÓN ENFRENTA ESTRAGOS DE UNA EPIDEMIA DEL DENGUE POCAS VECES VIVIDA; HAY PREOCUPACIÓN EN FAMILIAS AL DISPARARSE DECESOS POR ESA ENDÉMICA ENFERMEDAD; ATACAN A TIROS A JOVEN PAREJA EN AMPLIACIÓN ALAMEDA; SICARIOS IBAN POR SUS VIDAS, PERO LOGRARON SOBREVIVIR A ARTERA AGRESIÓN EN UNA DE LAS CONFLUENCIAS VIALES; EN CAJEME LA DELINCUENCIA YA NO SE ESCONDE, SE MUEVE CON SOLTURA ENTRE COLONIAS DONDE MIEDO SE VOLVIÓ RUTINA. ESPERANZA, CÓCORIT, VILLA BONITA LA COLONIA CAJEME SON LOS VÉRTICES DE UNA ZONA DONDE VIOLENCIA SE REPRODUCE SIN FRENO; LA SEGURIDAD NO SE RECUPERA CON PATRULLAS IMPROVISADAS NI CON RONDINES ESPORÁDICOS, SINO CON ANÁLISIS SERIO Y PRESENCIA CONSTANTE; EL MUNICIPIO REQUIERE UN VERDADERO MAPA CRIMINAL, UN ESTUDIO VIVO DE ZONAS CALIENTES, HORARIOS, PATRONES Y ACTORES; POLICÍA DE PROXIMIDAD DEBE SER PARTE DEL TEJIDO SOCIAL, NO SOLO UN UNIFORME EN ESQUINAS; ESTADO TIENE QUE RECUPERAR CALLES, NO CON MIEDO, SINO CON CONFIANZA. Y PARA ESO HACE FALTA INTELIGENCIA TERRITORIAL, INTERVENCIÓN SELECTIVA EN LOS PUNTOS MÁS DUROS Y TRABAJO DE GABINETE QUE REALMENTE FUNCIONE; MIENTRAS ESO NO OCURRA, EL CRIMEN SEGUIRÁ MOVIÉNDOSE COMO PEZ EN EL AGUA; LOS DELINCUENTES OPERAN CON CÁLCULO Y MÉTODO, EN TANTO LA AUTORIDAD IMPROVISA Y REPITE FÓRMULAS QUE NO SIRVEN; EN CIUDAD OBREGÓN NO FALTAN AGENTES, FALTA DIRECCIÓN; EN LA AMIC HAY DEMASIADOS EXPEDIENTES CON LAGUNAS, INVESTIGACIONES QUE NO AVANZAN O QUE CAMBIAN DE RUMBO SIN EXPLICACIÓN; LA NARRATIVA OFICIAL SE REFUGIA EN COMUNICADOS Y FOTOS DE GABINETE
AL MENOS este fin de semana las silbantes balas callaron en un decrecido trajinar nocturno en el entorno citadino, de una población que se prepara para unas fiestas decembrinas que se avizoran en los cincuenta y un día que le restan a este 2025 que empieza a tomar matices agónicos como sucederá conforme avancen los días en las siete semanas y media que le faltan al año. En un periodo de vida que nos ha dejado más adversidades que ventura y bienestar. Entre las providencias más dichosas destacan el cumulo de lluvias que darán un respiro a los productores agrícolas, pero contrario a ello estamos enfrentando una epidemia del dengue que mantiene profundamente preocupadas a familias, al incrementarse los decesos. El mosquito Aedes Aegypti que proviene de aguas contaminadas y encharcadas en la vía pública; la principal causa. Lo angustioso del tema es que no existe un tratamiento médico eficaz durante la etapa febril en que los infectados sufren hasta siete días o más con elevadas temperaturas e insoportables dolores de cabeza y de no acatar un esmerado cuidado y reposo existe el riesgo que sobrevenga el dengue hemorrágico lo que ya resulta en el panorama médico un síntoma grave que pone en riesgo la vida. Lamentablemente los decesos han comenzado a escalar dejando no solo duelo y dolor entre familias, sino el temor de que esta desgracia se propague. Justamente el domingo leía en redes sociales la triste defunción de conocido maestro, aunado a otros tristes acontecimientos de similar y alarmante naturaleza. Esto, ha impulsado a jefes y jefas de familia a buscar formas y maneras de proteger a niños y adultos mayores. En ese punto es del suyo fundamental que la Secretaria de Salud emita recomendaciones claves para amparar a la comunidad antes de que este flagelo continúe su devastador azote que está presente en la localidad. Para nadie es un secreto que los hospitales comienzan a colmarse de personas afectadas por esta mortal enfermedad en una endémica situación que, ante todo debe ser prevenida por personas que radican en lugares invadidos de basura, maleza y aguas sucias estancadas que son la principal fuente de criadero del insecto portador de ese viral y letal padecimiento. Hoy decidí abordar el tema ante el sufrimiento que afronta una familia allegada a mi entorno personal y que radica en la colonia Miravalle. Se espera que autoridades de la Secretaria de Salud encabezadas en Sonora por el doctor, José Luis Alomía Zegarra, actúen y apliquen las medidas más apremiantes para atenuar esta calamidad…EN EL PLANO de Seguridad Pública, habría que comentar que la noche del viernes, una pareja fue atacada a tiros, en colonia Ampliación Alameda. La sorprendieron presuntos gatilleros en Nubia y Mombaza. Evidentemente que desconocidos pretendían arrebatarles las vidas, pero corrieron con suerte al sufrir lesiones que no les causaron la muerte, aunque la muchacha sufrió una herida de bala en el pecho. Pese a que el asentamiento de referencia está focalizado por la violencia es inexplicable el por qué no se vigorizan los patrulles y en si la presencia policíaca, pero Claudio Cruz Hernández sigue empecinado en manejar la corporación a capricho y esto no es así en ninguna parte, al designar a gente como un José Antonio Ángulo Reyes, quien de plano no aprendido a trabajar comprometido con la sociedad sino a sus intereses propios. En su momento, se dijo que estaban utilizando a agentes de rápidos y furiosos, pero su soberbia les ha impedido ver el perjuicio que causan a la población y por ende la delincuencia hace y deshace…QUIZÁS POR esto en Cajeme la delincuencia ya no se esconde, se mueve con soltura entre colonias donde el miedo se volvió rutina. Esperanza, Cócorit, Villa Bonita la colonia Cajeme son los vértices de una zona donde la violencia se reproduce sin freno. Aun así, las autoridades insisten en las mismas estrategias: reuniones, mesas de seguridad y discursos de coordinación que hace años dejaron de servir. La seguridad no se recupera con patrullas improvisadas ni con rondines esporádicos, sino con análisis serio y presencia constante. El municipio requiere un verdadero mapa criminal, un estudio vivo de las zonas calientes, horarios, patrones y actores. Que los mandos conozcan su territorio, que se crucen datos entre corporaciones y que las decisiones se tomen con base en evidencia, no en fotografía política. La policía de proximidad debe ser parte del tejido social, no solo un uniforme en las esquinas. El Estado tiene que recuperar la calle, no con miedo, sino con confianza. Y para eso hace falta inteligencia territorial, intervención selectiva en los puntos más duros y un trabajo de gabinete que realmente funcione. Mientras eso no ocurra, el crimen seguirá moviéndose como pez en el agua. Los delincuentes operan con cálculo y método, mientras la autoridad improvisa y repite fórmulas que no sirven. En Cajeme no faltan agentes, falta dirección. No faltan leyes, falta voluntad. Y si no se corrige el rumbo, las mesas de seguridad seguirán siendo eso, mesas llenas de promesas, pero vacías de resultados. El hecho de que en diez días solo se hayan cometido cinco homicidios eso no quiere decir que todo sea miel sobre hojuelas. Hay que tomar en cuenta que existe muchísima gente desaparecida. En su momento fue privada de la libertad y ya no regresó a sus hogares. Estamos a nada de llegar a cuatrocientos asesinatos en apenas diez meses y medio. Mucho se insiste en que se tiene que trabajar en la prevención y no esperar a que el crimen se desfase como sucedió en Michoacán, donde la federación se vio obligada a invertir 57 mil millones de pesos para rescatar a esa entidad de manos del crimen. No hay que olvidar que Cajeme lleva años en el ranking de las diez ciudades más inseguras y violentas del suelo mexicano y esto debe saberlo el mismo Secretario de Marina Armada de México, Raymundo Pedro Morales Ángeles y el comandante de la 2da Región Naval de Semar con sede en Guaymas, vicealmirante, Daniel Escobedo Escobedo, a fin de que impulsen saludable cambio de Cruz Hernández. Los cajemenses se los van agradecer y sino al tiempo…AHORA hablemos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal de Ciudad Obregón. La AMIC, que durante años se consolidó como la élite investigadora, hoy debe responder por la distancia entre ese ideal y la realidad que viven las ciudades. Cuando una institución que promete proteger termina apareciendo una y otra vez en casos donde su actuación resulta, cuando menos, cuestionable, la pregunta ya no es política, es de confianza pública. ¿Dónde se perdió el rigor? ¿Dónde quedó el decoro que alguna vez la definió? No se pide venganza ni linchamiento, se exige transparencia y rendición de cuentas. Hay demasiados expedientes con lagunas, demasiadas investigaciones que no avanzan o que cambian de rumbo sin explicación. Y mientras esto ocurre, la narrativa oficial se refugia en comunicados cómodos y fotos de gabinete. Eso no basta, la ciudadanía merece saber qué se hace y cómo se hace. Se requiere de un examen institucional serio, auditorías independientes de actuaciones, revisión de protocolos y acceso público a cifras y resultados verificables. Pero, sobre todo, que no haya flexibilidad para quienes cometen “errores”. También se requiere investigación real de gabinete, cruzar bases de datos, trazar mapas de incidencia, establecer líneas de tiempo de actuaciones y responsabilidades. De nada sirve presumir aprehensiones si no se demuestra profesionalismo. Cuántos casos se han caído por una cadena de custodia mal llevada o por la deficiente calidad y formalidad en una inspección —atribución que hoy es de la propia AMIC—. Cada omisión es una grieta en la transparencia procesal y un paso más hacia la impunidad y esto deben saberlo tanto el comisario Carlos Alberto Flores y el director operativo Tomás Efraín Jiménez Ruiz. Existe además un problema formativo urgente. Las academias que antes exigían un año mínimo de formación hoy reducen su preparación a semanas o meses. La policía de investigación no es un oficio improvisable, requiere técnica, paciencia y una cultura ética que se construye lentamente. Si lo que se busca es una AMIC fuerte, se necesitan agentes mejor formados, con entrenamiento continuo y evaluación profesional, no generaciones de cristal expuestas a la realidad sin blindaje técnico. Todavía hay mucho por decir, pero luego seguimos, Dios mediante.